sábado, 8 de enero de 2011

Pray 26: Bloody Snow


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Ya pasó el tiempo que prometió el Enoch que pasaría...
Transcurrió la arena temporal como una catarata soportando toneladas de agua...
Y los que son Dioses lucharán para probar su valía...
Y para demostrar que merecen vivir más que sus enemigos reales.

- Me agrada ver que todos se han presentado, y que nadie ha sido asesinado en el transcurso del tiempo - Dice Odin observando a los jóvenes Dioses desde arriba.
- Siento lo mismo que tu viejo, es agradable verlos a todos con esos ojos de emoción por lo que vendrá - Dice Visnú, mostrando su femenina felicidad.
- Ya irán a recoger el fruto del Enoch por lo visto - Dice Zeus.
- ¿Qué hay del grupo de Thanatos? - Pregunta la Señora Quetzalcoátl.
- Thor y Eostre ya se encuentran, pero Angra Mainyu aún esta por venir - Menciona Marduk - Inteligencia ha indicado que su última aparición fue en Hokaido, Japón.
- El muchacho vendrá, deja de arrancarte los pelos por la desesperación - Dice Ra a Marduk, se mofa de su calvicie.
- Tienes mucha fe en el muchacho, Ra - Dice Marduk con una mirada de desdén.
- Somos Dioses, grandulón, tenemos que tenernos fe - Dice Ra mientras apaga su consola de videojuegos portátil.
- Lord Wiracocha va a hablar, pongámonos de pie para saludar a los jóvenes - Dice Visnú.

En lo alto, se abren cortinas doradas con grabados de lobos y cuervos. Los que estan debajo observan al Dios Wiracocha de pie en el aire y mirándolos a todos. Entonces habla:

- Bienvenidos sean todos después de sus respectivos viajes, a los Vanir nos alegra mucho ver que todos han regresado, y que en sus rostros se muestra más poder y experiencia. Podemos sentir en el viento el poder que han ganado y como ha evolucionado en ustedes la madera de lo que estan hechos los Dioses. Recuerden que el entrenamiento será puesto a prueba aquí, sin embargo no será para humillar al perdedor pues éste solo aprenderá que tan poderoso puede llegar a ser. Las reglas son claras, los combates no serán a muerte, y se realizarán en ambientes aislados, en dimensiones paralelas creadas por los Vanir y controladas por el Dios Ganesha. No hay límite de tiempo para los enfrentamientos, y el rival en perder será el primero que quede fuera de combate o se de por vencido. Reitero, los combates no serán a muerte, quien mate a un oponente, será ejecutado públicamente. Ahora vayan y observen el nombre del oponente. Hemos tomado la molesta de ensanblar un gran cuadro con los nombres de todos y sus respectivos oponentes tal y como el Enoch lo indicó. El primer combate comenzará en dos horas, por favor vayan, y suerte para todos.

Dicho eso, Wiracocha y los Vanir se repliegan. Los muchachos que se encuentran debajo están emocionados por conocer a sus oponentes, y se dirigen al cuadro.

- No he visto a Ace desde hace ya buen tiempo - Dice Thor a Eostre en medio del tumulto.
- Ya aparecerá, no creo que demore mucho en venir, el siempre es puntual - Responde Eostre.
- Y tu como sabes - Dice Thor nuevamente.
- El me dijo - Responde Eostre poniéndose roja.
- Has visto a los demás? - Pregunta Thor - A Amaterasu, a Ares, a Susano, etc.
- Si, ellos ya deben haber entrado al salón del cuadro, Thanatos me ha dicho que seamos cuidadosos, y que si matamos a nuestro oponente, así sea por accidente... - Eostre es interrumpida por Thor.
- Seremos ejecutados públicamente... es algo estricto ese castigo.
- Si somos expulsados, cabe la posibilidad que seamos con el tiempo atraídos a aliarnos a los Tronos - Dice Eostre.

Mientras los muchachos hablan, se escuchan murmullos en la primera línea. Thor y Eostre avanzan y se encuentran con el grupo de Aredvi. Preguntan que ocurre, y la diosa sanadora simplemente señala al gran recuadro. Eostre lee los nombres del primer combate, en el figura el nombre de Iktomi, estudiante del Aesir Pachacamac, y su oponente, es nada más ni nada menos, que Angra Mainyu.

- Ace está en el primer combate, el cual será en dos horas - Dice Aredvi muy seria.
- No puede faltar, su demora solo hará pensar a los demás que esta haciendo algo sospechoso - Dice Eostre.
- Ya cierren la boca, el solo se debe haber quedado dormido, o quizás este comiendo algo - Dice Thor - El no faltaría.
- Marduk sospecha de él, quien sabe porque - Dice Susano mientras observa a los Vanir en las alturas.
- Marduk desconfía de los Dioses del tipo de Ace - Menciona Sobek.
- ¿Qué quieres decir? - Pregunta Eostre.
- Dioses de naturaleza destructiva, relacionados a la muerte y esas cosas - Dice Aredvi mientras observa el nombre de Angra Mainyu - Esas deidades son conflictivas, por eso es que suelen estar aisladas, en inframundos o en lugares oscuros.
- ¿Justo donde merecen? - Se escucha una voz femenina y familiar desde atrás, es Morrigan acompañada de Tyr y de Hannuman - ¿Es eso lo que pensaste, Aredvi?
- No Morrigan, solo explicaba a Thor el porqué de la desconfianza en Ace, no recuerdas que cuando llegaste, ¿Era lo mismo contigo? - Responde Aredvi, mirando a la diosa de la muerte directamente en sus ojos.
- Angra Mainyu enfrentará a Iktomi en su primera ronda, un adversario complicado, y es posible que éste último mencione - Habla Tyr - Iktomi es un Dios de la clase Embaucador, será bastante sencillo para él vencer a Ace. Usará sus trucos para vencerlo.
- Angra Mainyu es un Dios peligroso y letal, pero parece que el cuerpo que ha creado, el humano en el que se ha convertido.... es patético - Dice Hannuman mirando a Thor.
- Eso ya lo verán ustedes - Dice Eostre.

El grupo de Morrigan se retira, solo es cuestión de esperar el tiempo que resta para que comience la primera batalla, y Ace aún no aparece. Todos ya tienen sus oponentes en mente, y el grupo de Thanatos come algo mientras el tiempo se hace corto. Frank y Claudibeth observan la puerta principal esperando a que haga entrada Ace, pero miran sin recibir nada a favor. Sabenm que no será posible reponer la hora del combate, así es que si Ace no se presenta, podría ser que se le investigue. La verdad es simple, los del Asgard no saben lo que ocurre en el Midgard, y sus ojos estan cegados ante la oscuridad.

1:35 Minutos para el combate...Antártida.

Mi sangre de deidad mancha la blanca nieve del Reino de los Pingüinos y las Ventiscas. Frente a mi yace de pie una deidad que es lógicamente superior a mi.

Thanatos.


Continuará...

lunes, 27 de diciembre de 2010

Pray 25: Ignorance


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Palacio Valhalla-Hana
q Pacha.

La Reina Cuervo Morrigan contempla el universo, y mira sus más profundas raíces. Su mente divaga y piensa en la batalla que está por venir. Ya ha pasado el primer mes desde que la mayoría de los Dioses han sido informados del evento, misma cantidad desde que Angra Mainyu y Thor se dispersaron por el Midgard. Siente curiosidad por el posible desarrollo o estancamiento del Dios de la Destrucción. Si le place, puede ir a visitarle y medir sus fuerzas, técnicamente no iría contra las reglas. Mientras ella piensa, su Maestro viene a hablarle.

- Estás distraída en pensamientos, Morrigan - Dice Shiva, Tutor de Morrigan.
- Quiero ir al Midgard, estaba pensando en ... - Es cortado el diálogo de la mujer.
- ¿Curiosear a Angra Mainyu? - Completa Shiva - No es necesario que te ahogues en dudas con él. Tu nivel está por encima que el de él si eso es lo que te preocupa....¿estoy errado?
- Si el se hace más fuerte puede que sea capaz de convertirse en una amenaza. - Habla Morrigan.
- Todos tenemos ese gen niña, ¿Pero acaso no somos nosotros los guionistas de nuestras vidas? No olvides que cuando llegaste aquí fuiste exactamente igual a él, observada, prejuzgada, y porqué no, envidiada - Cuenta Shiva - Ahora, sientes la dignidad de lo que has aprendido, sientes que tras haber derrotado a tantos aquí no puedes darte el lujo de perder ante alguien que entro por la misma puerta que tu.
- Shiva, no me leas el pensamiento por favor - Dice Morrigan mientras Shiva prende un cigarrillo. - Es ya suficientemente incómodo sentir la presión del "torneo" que se aproxima.
- No es tan complicado leerte, siempre has sido orgullosísima, pero bueno, eso es parte de tí ... y nadie es perfecto - Dice Shiva dándose la vuelta - Debes dormir un poco, eso siempre calma los nervios. Ya nos veremos después.

Shiva desaparece, y Morrigan permanece ahí. Piensa en los combates, pero no es la única mente escandalosa en ese momento.

Thanatos, mientras cena con Eostre en el más solemne silencio, piensa en las acciones de sus dos discípulos en el Mundo Humano, siente dudas si fue prudente enviarlos por su cuenta en un momento tan turbulento.


Gran Desierto de Altar-Mexico

Miro el mismo universo que contempla Morrigan desde el Mundo Superior, cuento las estrellas y solo atino aburrirme más de lo que estoy. No ha pasado nada interesante desde mis acciones en África, lo único que he podido hacer ha sido disfrazarme de animales y de vagabundos. Llegué hasta norteamérica disfrazado de nube, pero no fue muy útil, pues era una nube negra, y por desconocer algo de física eólica caí a la tierra con forma de granizo. Raro, pues éste es un desierto muy seco. El aburrimiento sólo me consume, como si fuera sol y yo carne muerta bajo el mismo, es probable de que si hago alguna gracia, algo malo suceda. Cierro mis ojos y escucho pasos.

Alertado abro y veo que al frente mío hay un muchacho que me observa directamente a los ojos. En la frente tiene un tatuaje peculiar, con la forma de la Luna.

- Mi nombre es Sin, y he venido a probarte, Angra Mainyu. - Dice él.
- ¿Probarme? Apareces así de la absoluta nada y crees que estoy con ánimos de pelear... no seas tonto, me siento muy flojo en éste momento - Respondo, creo que algo arrogante, y demasiado despreocupado.
- Quien diría que el poderoso Angra Mainyu no es más que un flojo que no hace nada aquí...en fin, me temo que los Tronos han sido claros, y debo medir tu poder. - Habla Sin, al oír la palabra "Tronos" rápidamente recuerdo a Supay, y siento un escalofrío. - Me temo que no puedes negociar esto, debo verificar si eres digno a ser miembro de nuestra élite.
- No me interesa formar parte de tu grupo, lárgate y déjame solo. - Respondo poniéndome de pie. Hago aparecer en mis manos cimitarras.
- Veo que te haces de mayor confianza con cada respiro, dios. - Dice Sin, invocando en su mano izquierda una enorme lanza cuya punta es la de una luna creciente. - Bueno...¿comenzamos con la evaluación?

Luego de formular una pregunta hueca, Sin inmediatamente carga contra mí. Consigo frenar su golpe con una cimitarra, honestamente el tipo no me hace gran esfuerzo.

- Dejame solo, antes de que algo terriblemente malo te suceda. - Digo en voz baja.

A mi alrededor las sombras comienzan a reptar, subiendo desde mis rodillas hasta la hoja negra de mi arma. Sin retrocede solo para evitar una enorme cuchilla úmbrea que se estira hasta el horizonte. Sin esta complacido por lo que veo en su rostro.

- No podría esperar menos de usted. - Dice - Yo tampoco me contendré entonces.

Al decir eso, la cuchilla con forma de luna se llena de luz blanca. Al agitarla, Sin es capaz de crear un enorme haz de luz que escasamente soy capaz de evadir. Ruedo para esquivarlo, inmediatamente despues lanzo una enorme llamarada hacia el, la cual es bloqueada con el arma enemiga. Creo que esto está feo, me confié.

En un parpadeo, Sin aparece detrás mío y con su mano sujeta mi muñeca derecha. Me jala y pone mi rostro directamente contra el suyo.

- Pareces un hombre sumamente interesante - Dice el desgraciado poniendo unos ojos desagradablemente seductores.

En mi mente solo pasa un poderoso pensamiento.... AAAAAAAAAAJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJ ><' Inmediatamente me libro del agarre del dudoso "hombre". Al retroceder invoco el enjambre de moscas devoradoras, pero no parecen hacer efecto. Lanzo más llamaradas contra el oponente pero éste las esquiva sin mayor problema. - ¿Qué ocurre? No me digas que te asusta acercarme a mí.... ahora que recuerdo, no has matado a un Dios aún....Thor si pudo, el mató a Pan ahora que lo recuerdo. - Se mofa el enemigo. - No planeo comenzar contigo esta noche..¿ok? - Respondo. - Pero si has matado ya a unos humanos en Sierra Leona, ¿No me digas que matar a un dios es distinto a matar humanos? - ¡Ya cierra la boca!- Grito y cargo contra él. - Eres muy lengua sucia para aparecer de la nada. Mis cimitarras colisionan contra su enorme lanza. - ¿Qué es lo que quieren los Tronos de mi?¿ Por qué vienes a joderme en la mitad de la noche diciendo que ellos quieren integrarme a su grupo? -Es exactamente lo que quiero decir...al ser un Dios de categoría destructiva, y tan antiguo, serías un miembro escencial para nuestra organización. Además, de que una vez que nuestro plan se cumpla, contigo al lado, seríamos...indestructibles. - Menciona Sin. - ¿Plan? ¿De qué hablas? - Pregunto. - Jahaha....creo que he hablado de más....sólo dignémonos a seguir con tu evaluación ¿si?. - Vuelve a ufanarse, me cae mal -.-' - Te gusta dejar con la duda por lo visto, bueno, creo que tendré que sacarte la información por la fuerza. - Respondo. - Te enseñaré algo que he estado practicando. Levanto mi dedo índice hacia el, y poco a poco comienzo a condensar energía de color entre púrpura y negra. - Ésto es un Eversor, es una forma de comprimir mi poder sobrenatural y lanzarlo como una ráfaga hacia un objetivo determinado, no lo he perfeccionado, pero ese bicho que vive dentro de mi cabeza lo usa de "ptmdr", así es que si el puede, y yo soy él, entonces yo también puedo. ¿Sensato no?- Explico. - Vaya, que inteligente, ¿pero que te hace pensar que no fallarás el disparo?- Habla Sin. - Ah, simple, ¿no te das cuenta que no tengo mi cimitarra? Sin abre los ojos y nota que tengo razón. Cuando se da cuenta, nota que la cimitarra está justo en frente suyo. - La soltaste justo cuando cargaste contra mí, y preguntaste sobre el motivo de nuestro interés en tí.... - Habla Sin...pero no culmina. La cimitarra se ilumina de dorado, y explota. Sin sale disparado por los aires, justo antes de darse un cabezaso contra el cielo, aparezco yo sobre él, y disparo mi ataque. La noche se ilumina de sombras, los coyotes se asustan y huyen, los buitres soñolientos agitan sus alas, el dios enemigo recibe el impacto de lleno, y su cuerpo chamuscado golpea el suelo del desierto, creando un cráter. Desciendo del cielo y lo veo.
- En vez de decir lo que habías notado, debiste haberte alejado de mi arma, eso que hiciste de decir tus palabritas, fue algo estúpido, gracias por tu estupidez. - Agradezco.
- No pude pensar en ese momento, tuve un bloqueo mental...pero...¿cómo?- Susurra el oponente caído.
- ¡Es, porque Angra Mainyu es el Dios de la Destrucción!- Dice una voz desde el cielo.
- ¿Ahora quien viene? - Digo como poderoso, pero la verdad me hizo asustar otra presencia, con Sin tuve suerte pero...¿otro?

Del cielo desciende un halcón peregrino, justo antes de aterrizar, toma forma antropomorfa. Tiene cabellos blancos y ojos de color rosado, es el muchacho que vi en el sitio donde dejábamos nuestros nombres.
- Mi nombre es Horus, y sólo pasaba por aquí. Mucho gusto, Angra Mainyu, veo la magnitud de tu poder. - Habla el recién llegado.
- Eh....¿hola?- Digo. - No fue suerte, Angra Mainyu, eres el Dios de la Destrucción, y lo que hiciste es uno de tus talentos...La Ignorancia.- Explica Horus.
- Se que quizás no me agrade la respuesta, pero..¿Qué quieres decir?- Pregunto curioso.
- Anulaste el pensamiento de tu enemigo, el bloqueo total del conocimiento es la ignorancia, y tu tienes ese poder. En verdad amigo, eres un tipo aterrador.- Ahí tengo mi respuesta.
- ¡Ya callense los dos!- Grita Sin desde el cráter - ¡Sólo fue suerte y punto! ¡Voy a acabar con ustedes dos de un solo golpe!
- Recibiste el Eversor de Angra Mainyu de lleno, ¿y aún así piensas que podrás enfrentarnos a ambos? La verdad, es que tienes suerte de no haberte consumido en el impacto. - Dice Horus. - ¡Ya cierra el pico cernícalo! - Dice Sin, saltando desde el fondo de su cráter y dispuesto a clavar su cuchilla en el cuello de Horus.
- Que patético ... - Susurra Horus.

Justo a un par de metros del impacto, Horus hace brillar sus ojos, y el rosado se torna amarillo brillante. En el pecho de Sin aparece el Ojo de Horus, ese ancestral dibujo que muchas veces se ve en las tiendas de místicos. Sin entonces es suspendido en el aire, y la marca del ojo comienza a arder.
- Ahora, Sin, me temo que has llegado a tu límite. Velo por el lado bueno, yo te otorgaré una muerte rápida, en cambio, de no haberme presentado, quien sabe que es lo que Angra Mainyu te hubiese hecho. - Menciona Horus.

Sin empieza a reir.

- Angra Mainyu, pronto sabrás más de nosotros, recuerda el plan que te he mencionado, y te darás cuenta por tu propia vista...¡ustedes rebaño, están rodeados de lobos!- Grita el enemigo.
- Ya basta de necedades, au revoir, Sin - Habla Horus.

Inmediatamente Horus con una venia de la mano, hace que el ojo que arde en el pecho del enemigo haga una mega explosión. No queda nada de Sin, solo un fragmento de la lanza que cae al suelo, solo para convertirse en arena.

- No te preocupes Angra Mainyu, no se a qué plan se refiere, pero podemos detenerlo. - Dice Horus.
Me quedo pensando en lo que ha sucedido, pero es inútil, no logro entender. Meto mi mano al pantalón y saco un cigarrillo.

- Horus - Hablo.
- ¿Dime? - Responde.
- Déjame solo - Hablo.

Horus sonríe, y se transforma en halcón. Justo cuando alza el vuelo me dice que fue bueno conocerme, y que me cuide.
- Nos volveremos a ver...¡Espero no tener que luchar contra tí en el evento! - Dice, mientras se pierde en el cielo. Me tiro al suelo, y sigo mirando el cielo....

- No soy tan fuerte - Me susurro, y duermo.
Continuará...

sábado, 18 de diciembre de 2010

Pray 24: La Ciudad de los Gallos.


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Rocinha Favela-Brasil

El Dios del Trueno, Thor se encuentra comiendo algo que desconozco en una esquina peligrosa. Los muros estan pintados con nombres ya sea de individuos o de pandillas de esa peligrosa área del país. Se oyen disparos a lo lejos, nada sorprendente ahí. Frank se muestra calmado e inmutable mientras la gente que camina voltea y acelera el paso.

- Otra vez la misma estupidez. - Dice la señora que prepara la comida. Ella habla portugués, y el Dios del trueno también puede entenderla, como yo entendí a la gente en Sierra Leona.
- Si lo se, en la televisión siempre pasan estas noticias. - Comenta mi amigo.
- ¿Cuándo será el día en el que Dios recuerde este lugar y se digne a ayudar a sus hijos olvidados? - Pregunta la señora con una leve sonrisa.
- Dios está en todas partes dicen, así es que el quizás esté mirando lo que ocurre, al fin y al cabo, el sabe todo ... ¿no es asi? - Responde Thor mientras traga.
- Si es así, estoy segura que esos hombres pronto sufrirán el embate de toda su furia. - Responde la señora mientras apaga el gas de kerosene de su cocina, dispuesta a marcharse.
- Gracias por la comida. - Agradece Thor, poniéndose de pie. El Dios mete la mano al bolsillo y saca un billete que entrega a la señora. - Quédese con el cambio, y gracias de nuevo.

Thor se dirige hacia donde están los disparos. Antes de irse, la señora dice:

- Tenga cuidado amigo, por aquí la gente no lo conoce y podrían hacerle daño pensando que es un policía o de otra pandilla, además usted llama la atención, alto, blanco, tenga cuidado por favor.

Frank no hace ninguna seña de haber recibido la señal. El solo sigue avanzando. Prende un cigarrillo mientras camina. Los sonidos de los disparos se oyen a lo lejos. Una camioneta de la policía pasa por detrás Thor, y frena. De ella baja un oficial y le pide a Frank detenerse. Frank voltea.

- Amigo no debería ir por ahi, hay una guerra entre dos pandillas grandes ahora mismo, y esta muy fea la situación. - Dice el policía.
- ¿Y porqué no hacen nada?- Responde Thor.
- Son demasiados, y la policía no quiere hacerse cargo, por favor suba al auto - Responde el oficial.
- No necesitan subirme al auto, puedo llegar solo a mi casa, yo vivo por ahí, oficial. - Responde Frank.
- Bueno es su voluntad, nosotros nos largamos de acá. - Dice el policía subiendo al auto y yéndose de ahí.

Mientras la camioneta desaparece en una curva el Dios de la Tormenta sigue avanzando.

Mientras camina, los perros ladran hacia él, pero ninguno se digna a acercarse. Tanta pletora de batalla hace que el Dios del Trueno se sienta entusiasmado por la idea de ver a los humanos luchar. De no ser un Dios quizás Frank solo hubiera decidido largarse rápido de ahí...pero ya el sabe que la humanidad es algo que ya está lejana para él.

Llega a una avenida larga, y se pueden oir disparos a ambos lados de la misma. Al parecer, Frank está en el fuego cruzado. Mientras camina ve gente tirada en el suelo, primero ve a un hombre adulto de considerable edad, lleva un balazo en el cuello y viste como mecánico. Más adelante ve a una señora que ha recibido una bala en la espalda, al costado de la señora hay una bolsa de mercado con frutas y algo de carne, también a unos metros hay un par de autos con orificios de balas, y una camioneta que ha recibido una bomba molotov y que está empezando a hacer ignición.

- Hijos de puta - Susurra Frank.

Frank alza su mano, y cae un enorme rayo a ésta. El rayo deja en su mano al poderoso Mjolnir, azul y chisporroteante. Frank toma asiento en la mitad de la pista, y sabe que es observado, pues el destello del rayo ha llamado la atención de los pandilleros. De lejos alguien apunta a su cabeza, y dispara. La bala va en dirección a la cabeza del Dios del Trueno. La misma es detenida por la mano desnuda del Dios.

- Disparas muy bien - Dice Thor con una voz increíblemente poderosa. - ¿No has pensado unirte al ejército del Brasil?

El hombre que dispara queda boquiabierto y aterrorizado ante la situación. Quita la mirada del cañón y decide alejarse. Abre una puerta, y al hacerlo, ve a Thor parado al otro lado. El asesino alza el rifle y lo apunta directamente a la cara de Thor.

- No podrás matarme, no a mí, no importa cuantas balas uses, ni con cuanta precisión dispares, ni siquiera cuan fuerte sea tu voluntad de hacerlo, tu jamás podrás matarme. - Dice Thor.

El hombre tiene una expresión de pánico.

- Nadie puede pasar por aquí, éste es territorio del Tempestade. - Dice el hombre con una voz temblorosa.
- La otra pandilla pertenece a Deus Branco, y ambos están en batalla ahora mismo por el territorio, ¿verdad?- Habla Thor.
- A...así es...¿Quién eres? - Pregunta el tembloroso hombre.
- Yo soy la Furia de Dios. - Responde el Dios del Trueno. - Quédate aquí y se buen chico, o te meterás en problemas.

Thor empuja al muchacho al cuarto, cierra la puerta y se marcha. Sube hazta la azotea y desde ésta puede ver luces de armas haciendo bang.

- Hagamos algo entonces...- Susurra Thor así mismo.

Thor alza su mano y nubes negras tapan la luna. El rugido de una tormenta se oye. Comienza un enorme diluvio y la lluvia se sigue de poderosos truenos y rayos que impactan la ciudad.

Abajo los hombres siguen acribillándose y no notan con respeto el poder del Hijo de Odín. Hasta que es muy tarde. Un poderoso rayo cae en medio de ambos grupos, y de éste emerge la figura de Thor. Todos estupefactos quedan al ver al Dios justo frente a sus narices.

- ¿Van a seguir jugando? - Habla Thor, y todos escuchan. - La lluvia que cae la he traído para limpiar la calle de la sangre que han derramado, pero el rayo que me acompaña, es para ejecutarlos si es que no cesan su estúpida confrontación. Territorios, Bah! que mierda es eso, que son ¿perros?.
- ¿Tu no vas a venir a decirnos que hacer entendido? - Habla el tal Tempestade. El no siente miedo, se acerca a Thor con pistola en mano, y la pone en la frente del mismo. - ¡No me impresionas con tus efectos visuales niño bonito, ahora que te parece si te pego un tiro ahora mismo por jugar al superhéroe en donde no se debe.
- Ni un ápice de respeto hacia alguien que acaba de caer del cielo ¿no? - Responde Thor. Sus ojos se tornan rojos lentamente.
- No me pongas caritas de machito estúpido - Dice el Tempestade y abofetea a Thor. - ¡Aquí mando yo!
Luego de la bofetada, la lluvia para. La pandilla de Tempestade comienza a burlarse del Dios, mientras que la otra prepara un plan para aprovechar la distracción de los enemigos.

- ¿Aquí mandas tu?- Dice un hombre que sale desde la multitud, es Deus Branco - Por ahora será, pero no por mucho.
- ¿Qué acaso no ves que estoy hablando con mi amigo? - Le responde Tempestade.
- ¿Amigo?- responde Thor - no estás seguro de lo que hablas.
- ¡Cierra la puta boca! - Habla Tempestade, dispuesto a disparar en el cerebro al Dios.
- ¡CALLATEEE! - Grita Thor, y su voz suena como un trueno en el horizonte nublado. Todos caen al suelo al escucharle. Thor sujeta a Tempestade del tobillo y lo alza como si se tratara de una mano de plátanos. El líder de la pandilla comienza a disparar, pero las balas no logran penetrar la piel del Poder. Deus Branco solo observa, lentamente camina hacia atrás y ordena a su gente largarse de ahí.

- No son más que simples gallos en un corral, que cuando el zorro entra, olvidan su altanería, y se esconden tras las gallinas - Dice Thor - Gallitos son, ahora, y plumas saldrán de sus pieles, y de sus manos saldrán atrofiadas alas.

Dicho eso, las personas que ahí están son inmediatamente convertidas en gallos, que despavoridos corren como salvajes. Thor aun conserva a Tempestade en colgado de su mano, el ave agita las alas con un miedo sin igual, éstos aún conservan conciencia humana, y el miedo que sienten es atroz. Thor lo suelta, y las aves de corral desaparecen entre alas agitadas, plumas volando, y cacareos.

La lluvia comienza de nuevo, Frank analiza lo que ha sido capaz de hacer ésa noche. Está solo en medio de ese lugar, y no hay nadie ahí. Eso cree él.


- Los humanos son infinitamente suceptibles a nuestro poder. - Dice una voz detrás de Frank.
- Me acabo de dar cuenta. - Responde calmado el Dios del Trueno. Al voltear, ve a Odín fumando un cigarrillo. Odín está acompañado de dos enormes lobos, y en el cielo se escuchan a dos cuervos.
- No te sientas mal por lo que has hecho ésta noche, pues era lo correcto. Los Dioses estamos en la obligación de interceder en las acciones de las gentes del Midgard y castigarlos o premiarlos conforme nuestra potestad. No los mataste, pero sé que en tu interior querías hacerlo. Me alegra que no hayas actuado como solías hacerlo, estoy muy feliz por tí hijo mío. Estás madurando. - Habla Odín.- Debes seguir con tu viaje por el mundo, falta poco para que comiencen las batallas, y espero que en ellas no me decepciones....bah....se que no lo harás.
- Gracias Odín - Sonríe Thor - Hasta pronto.

Odín sonríe, y desaparece tras el flash de un rayo.

Thor prende otro cigarrillo, y se marcha de ahí.

Continuará

lunes, 6 de diciembre de 2010

Pray 23: Symphonia Chiroptera


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El fuego se alza a mi alrededor, y no siento nada más que la apabullante sensación de ser invencible. Mi ego se dispara por sobre los cielos y las estrellas. Soy un Dios y al fin actúo como tal. No he matado...hasta ese momento. Observo a mi alrededor todos disparando en pánico, sus balas de plomo son inútiles. Que diminutos son.

- Te encanta..¿Verdad? - Dice una voz en mi interior.

Cuando me doy cuenta, estoy en mi mundo interior, ese lugar con agua en el suelo y árboles muertos en la ciénaga. Ahí está, Angra Mainyu, mi otro yo. Calmado como de costumbre, con su voz grave y tenebrosa.

- Ace Ace Aaaace.... matarás a todos ¿verdad? .... vamos dime que si... mírate, poderoso e imponente, siente su miedo, alimentate de él. Mátalos. - Dice mi Poder.
- No pude controlarme - Digo callado.
- Por supuesto que no, tu poder es indómito, aún estas aprendiendo a manejarlo. Pero date el gusto ésta vez, y mátalos. - Dice.
- ¡No! - Respondo enfático - Matar esta....
- ¿Mal? - Corta mi Poder - ¡TU ERES EL MAL!¡DIOS DE LA DESTRUCCIÓN!

Me quedo atónito...y despierto de mi frenesí. Apago las llamas de mi arrogancia y desaparezco.

A unos cuantos kilómetros aparezco nuevamente, en la mitad de la selva africana. Comienza una fuerte lluvia, y yo estoy sentado debajo de un enorme árbol. Mis brazos abrazan mis rodillas, y siento demasiado dolor en mi corazón por la forma en la que he reaccionado. No borro de mi mente lo que hice pensando en ayudar. Me atemorizo a mi mismo, y pienso lo mal que he hecho hoy. Cierro mis ojos, arrullado por la lluvia, planeo dormir, pero justo cuando creo que lo he hecho, un chirrido de agonía me despierta.

Abro mis ojos, y veo que en un árbol cercano hay una lechuza que ha atrapado a un pequeño murciélago. El mismo me ve con sus moribundos ojos mientras la rapaz se dispone a destriparlo. Levanto mi mirada hacia el ave, y pienso:

- Déjalo.

El ave obedece mi pensamiento, y desaparece. EL pequeño quiróptero queda en la rama, ensangrentado. Me pongo de pie y camino hacia donde está él. Lo observo antes de tocarlo, y veo como su aliento desaparece. Justo antes de perecer, soplo hacia él, y éste sana sus heridas, y se aleja volando a los brazos de la oscuridad.

Pienso en lo contrapuesto de las acciones de éste día. En un segundo aniquilo salvajemente, y en el otro, le doy una segunda oportunidad a una criatura pequeña. Qué curioso es el transcurrir de las cosas.

La lluvia persiste, y comienzo a caminar. Veo a lo lejos humo y escucho voces humanas. Son quizás la guerrilla que enfrenté antes, pero no me atrevo a entrar en berserk nuevamente. Entonces escucho muchas alas y muchos chirridos. Un enorme enjambre de murciélagos está dando vueltas a mi alrededor.

- Gracias por salvar, Oh Angra Mainyu - Dice uno que otro de los animalillos. - Ahora, por tu generosidad te ayudaremos, dinos, que deseas?

Los miro, y sonrío.

Una enorme fogata alimentada de brasas y palabras de odio con un tatuaje ultravioleta de miedo se alza en el campamento que percibí antes.

- Ese espíritu maligno no ha sido más que una señal de que debemos actuar rápido antes que éste gobierno nos termine de aniquilar....mañana en la mañana avanzaremos con todos nuestros contactos y comenzaremos a planear la detonación de las bombas a control que tenemos al rededor de puentes, pueblos, hospitales e iglesias. Las minas ilegales de diamantes también serán minadas, y así el gobierno escuchará nuestro rugido!- Dice el líder.

Habla como si su destino, fuera verdaderamente de él.

La lluvia mengua, y la luna abre su licántropo ojo. Pero solo es un parpadear. Cientos, no, Miles de alas negras cubren la luna, y los sonidos de las radios son devorados por el chirrido de miles de murciélagos que vienen desde el horizonte de mi voluntad. Los humanos los observan y quedan atónitos. Muchos arremeten con las armas, pero es inútil, no dejaré que ninguno de ellos muera.

Como una tormenta de arena, los murciélagos cayeron sobre los hombres y comenzaron a atacarles. El mejor daño, era el psicológico, pues ésta especie es inofensiva. Mientras los hombres se disponen a escapar, mis pisadas se acercan calmadas. El líder dispara tantas balas que éstas podrían ser estrellas en el cielo. Cuando éste individuo se cansa, corre hacia una vieja Land Rover que tenía cerca, la enciende, y se larga a mucha velocidad.

Atraviesa la selva como si fuera un leopardo buscando una presa, raudo en definitiva, pero limitado a su vez. Llega hacia el borde de un precipicio, en donde gira abruptamente y el carro se apaga. El hombre voltea la mirada para pensar en otra forma de escapar, pero lo que ve no es conveniente para él, ni para nadie que goce de la más mínima salud mental.

Yo, rodeado del contranatura grupo de quirópteros, con un cigarrillo en la boca, y con la muerte en los ojos.

- Maldito, ¡QUE MIERDA ERES! - Grita el hombre.
- Soy un Dios, y me has hecho enfurecer. Pero no te mataré - Digo - Dejarás tu estúpida campaña y te entregarás a las autoridades.
- De ser un Dios, no me hablarías con tanta suavidad. - Dice el idiota, y dispara con una pistola, como si me fuese a hacer daño alguno.

Las balas nunca me golpean, pues solo le dan a él por la espalda. Una en la nuca, y otra en el homóplato izquierdo.

- Apuntaste a lo que entendiste como puntos vitales...trataste verdaderamente de matarme, y por eso, te mataste. - Explico - Gracias a ti comprendo el poder de los de mi clase en ésta Tierra Media. Tu has marcado tu destino, lo lamento tanto.

Me doy media vuelta, y desaparezco entre los murciélagos, mientras el hombre, cae hacia atrás, directo a la garganta del precipicio. A lo lejos escucho como su cuerpo da contra aguas turbias, y luego contra rocas sumergidas. Escucho a un par de cocodrilos hembra festejar con su muerte. Me dirijo al campamento, que ahora se encuentra vacío. Pido a los murciélagos morar aquí, y atacar a todo aquél que llegue con las intenciones de hacer a sus congéneres, lo que los búhos les hacían. Ellos aceptan gustosos, y prometen ayudarme cuando yo lo necesito. Me doy media vuelta y comienzo a entender cuan indefensas son las personas ante nuestra clase.

Hace unos días, alguien más me derrotó a mí y a mis compañeros, y esa sensación, la sintieron estas personas también. Es simple, debo evitar que seres malignos se atraviesen con las personas, evitar que dioses oscuros y corrompidos por quién sabe que...hagan lo que hice ésta noche.





Continuará...

lunes, 15 de noviembre de 2010

Pray 22: The Kalashnikov Rock



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Ya estamos fuera de todo ese caótico ambiente, cargado de desagradable e incómoda competitividad. Me fastidia demasiado el hecho de que todos nos vean como objetivo en este lugar, en el cual se supone que somos todos aliados.

- No tienen porqué preocuparse, no olviden que somos todos deidades, por ende, el orgullo de la mayoría de los que están adentro es bastante alto. El orgullo es inherente en nuestra especie por ... obvios motivos. - Explica Thanatos.
- ¿Qué haremos ahora, Señor Thanatos? - Pregunta Eostre.
- Bueno, les daré pautas para que poco a poco vayan dominando sus poderes - Dice el Dios de la Muerte - Primero que nada deben saber que deben seguir mis instrucciones al pie de la letra.
- Entonces, ¿Qué debemos hacer? - pregunto.
- Oh me alegra que preguntes....- Sonríe Thanatos- ¿Recuerdas esa tarea que les di, en la que debían estar en el Midgard por un tiempo para saber todo lo que en éste acontecía?
- Si, ¿Que tiene que ver eso? - Pregunto.
- Los humanos siempre rezan, y los dioses, usualmente responden. A veces si, a veces no. No es por simple antojo divino, es porque los humanos, muchas veces tienen el poder pseudo-divino de autosatisfacer sus necesidades. Otras veces, simplemente es la voluntad de un Dios la que se antepone a la de otro. La voluntad, el libre albedrío, es lo que hace a los Dioses más poderosos que otros. De eso, y de autocontrol, es lo que constará su entrenamiento. Ustedes dos responderán al Hombre, cuando la etnia mortal clame por ayuda, o cuando las bestias lloren de miedo, ustedes atenderán su llamado. Vagarán por el Midgard y ayudarán. No digan ser deidades, sólo permitan a los Mortales entenderlo. Eostre, tu vendrás conmigo, ya sabes porqué.
- ¿Ella no irá con nosotros? - Pregunta Thor.
- Ella ya ha estado conmigo desde antes que ustedes vengan. Dominen la voluntad, y el aucontrol, por sus propios medios, no puedo enseñarles a respirar. - Dice Thanatos. - Cuídense....nos veremos, en un mes.

Thor y yo quedamos callados mientras Thanatos y Eostre desaparecen en un torbellino de mariposas negras.
- ¿Ahora que? - Pregunto
- Vamos al Midgard, por separado. - Dice Thor.
- Si vamos juntos sería más fácil. - Digo.
- La idea es que no lo sea.- Dice mi amigo. - No creo que algo terrible suceda.
- Es el mundo del hombre, no creo que enfrentemos algo que no podamos lidiar, al fin y al cabo...- Doy pie.
- Somos Dioses. - Cierra Thor.
- Con cuidado, ¿vale? - Digo a Thor.
- Siempre. - Me responde.

Luego de esa "despedida" Thor desaparece seguido de un rayo lapizlázuli. Yo permanezco un segundo más, suspiro, me transformo en sombras humeantes, y me largo a la tierra media.

En la forma de una nube negra desciendo al Mundo de los Hombres. En picada como un halcón peregrino bajo raudo, como si fuera un ángel que ha sido exiliado del Paraíso. Impacto la tierra y no siento el dolor del aplastamiento, pues el humo que me rodea es el humo que soy. Retomo mi forma humana, me pongo de pie, y visto mi ropa preferida. Cuando veo a mi alrededor, veo tierra rojiza en el medio de una selva tropical. Inmediatamente se donde estoy, esto quizás sea por mi conocimiento divino de éste mundo. Me encuentro en Sierra Leona, en el continente africano. Aquí desde que tengo conocimiento, siempre han habido guerrillas.

Camino y me dirijo hacia donde haya civilización.... pero no debo hacerlo, pues con pensarlo aparezco al margen de una aldea cercana. Ésta se encuentra en medio de la selva. La gente africana que ahí se encuentra simplemente no nota mi presencia repentina. Entro en la villa, entonces siento las miradas de los mortales en mi forma. Camino y ellos me miran con recelo. Entiendo su situación, en un país donde las guerrillas y guerras por diamantes han mellado el alma de la población, es lógico el desconfiar de un forastero que llega desde la mitad de la nada vistiendo ropa extraña.

Me dirijo a una tienda cercana, y compro una cerveza. La señora de la tienda me la entrega y no acepta mi dinero. La destapo, y me encamino afuera. Me tiro de trasero en la tierra roja observando a la gente ya los niños corretear con los cachorros. Noto que estoy cerca a una tienda con dibujos extraños. De la misma, sale un anciano vistiendo una camiseta de Alemania. El anciano se sienta a mi lado y me invita un cigarrillo, el cual gustoso acepto.

- Tu tienes una presencia extraña, bru - Dice el anciano. El habla una forma de francés, pero yo lo entiendo. Soy un Dios, ninguna lengua en el universo, me es incomprensible.
- Controle su lengua, chamán - Respondo con toda certeza. Eminentemente, sé el nombre de éste hombre, así como su edad, su árbol genealógico, el nombre de su madre, la posición en la que nació, se de su alergia al maní, que su comida preferida es el bagre asado, e infinidad de detalles mas.
- ¿Oh bru como sabes que soy el médico brujo de la aldea? - Repica el anciano - ¿Que acaso eres un espíritu para saberlo?
- Uno de los más fuertes....bru - Respondo mirándolo a los ojos.

Al hacerlo, siento el miedo del hombre.

- No traigas más pena a mi pueblo por favor - Me dice el chamán - Ya mucho hemos sangrado por los malditos hombres con armas. Muchos de nuestros niños han sido raptados y hechos soldados. Mi hijo pequeño, Muriuki, es uno de esos pequeños hechos soldados, lo tomaron de mi hace ocho meses, para ahora, el ya debería haber su cumpleaños número once.
- Él está bien - Digo al hombre - Muriuki está aún con vida, pero con una mente perturbada. Las balas son buenas para lavar el cerebro de los jóvenes. Pero descuida, se que el volverá a tí, y tú estarás ahí para abrazarlo cuando vuelva.
- No hay duda de eso bru - Responde el hombre tirando la colilla de su cigarrillo. - ¿Cómo te llamas?
- Yo soy...- Iba a decir Ace - Yo soy Angra Mainyu. Un Dios.
- Los Dioses no cantan ya en éste mundo, míranos - Dice el hombre - perdidos en la nada, durmiendo entre moscas de plomo que rozan nuestras cabezas, una tierra donde ojos lujuriosos miran a nuestras esposas, madres e hijas cuando van a cosechar, un lugar donde si vamos a conseguir comida, podemos morir, y donde a nadie le importará jamás.

Siento su pesar, entiendo su angustia.

- ¿Los oyes bru? - Me dice el anciano - ¿Oyes los motores y las balas de los de la guerrilla? Vienen por nosotros, vienen a matar y a causar miedo. Si te ven, blanco, te asesinarán, o te tomarán de rehén para mostrarles a la ONU y al gobierno que no temen matar a alguien de occidente. Escóndete.

Escucho motores, son de jeep, escucho balas de ametralladoras Kalashnikov Ak 47, escucho cantos de guerra, escucho hip hop en francés con coros en inglés. Escucho bramantes maleantes en sus bestias de hierro con cascos de caucho viniendo. La gente a mi alrededor ya se esconde.

- ¡Escóndase bru que espera! - Me dice el chamán.

Cuando los jeeps salen de la maleza, los enemigos saltan de sus vehículos y disparan a diestra y siniestra. Yo permanezco sentado. Usualmente una situación así haría que me cague en los pantalones. Ahora, no siento nada de miedo, es más, me es indiferente.

Los enemigos matan y el chamán se aleja de mi lado metiéndose en su casa. Un jeep se aproxima a mí, en él, un hombre negro me apunta con un rifle. Dispara, veo a la bala venir hacia mi, pero antes de tocarme, ésta se corroe y se transforma en polvo.

Me pongo de pie lentamente. Ellos me miran. Me rodean, haciendo círculos con sus vehículos. Uno baja del auto con un machete en mano y un cuchillo en la otra. Cuando me da el machetazo, éste no atraviesa mi casaca. Cuando el tipo trapa de apuñalarme simplemente paro el puñal con la palma de mi mano desnuda. El puñal se fragmenta. Tomo al hombre del cuello, lo alzo, y comienzo a hacer que se pudra frente a todos. Todos paran los autos, y observan. Se que el chamán observa mi acto con pánico.

Dejo caer la carcasa del machetero al suelo. Mientras ésta se corroe, me acerco a los hombres.

- ¿Quién eres tu? - Dice uno que viste de militar y lleva un enorme tatuaje en el rostro - ¿Eres un espíritu maligno?
- No me compares con criaturas tan inferiores - Digo arrogante.
- ¡Vámonos de aquí! - Grita el mismo individuo. Los Jeeps se preparan para marchar.
- Nadie se irá - Digo. Al hacerlo, enormes rocas rodean la aldea, formando una pequeña columna pétrea al rededor de la villa. - Abandonen su estúpida campaña.
- Nadie nos da... - El líder no concluye su frase, inmediatamente un babuino comienza a salir por su boca. El hombre cae al suelo, y se retuerce de dolor mientras el primate sale de su boca y asoma totalmente su cuerpo por ésta.
- Yo, caballeros, soy alguien del cielo y del inframundo, soy un Dios, soy Angra Mainyu, Dios de la Destrucción, y en mi viaje he venido a enjuiciaros por su barbarie. Les otorgaré el derecho al perdón, si es que en éste momento bajan sus armas. No seré piadoso con los adultos ni con los niños, así es que bajen sus armas, y en sus corazones muéstrenme que jamás volverán a causar daño alguno, a sus hermanos y hermanas. - Hablo.

Uno de los hombres entra en pánico y me tira una granada incendiaria. Mi cuerpo comienza a incinerarse, mi carne se desprende, y mi ropa se desintegra. Otro lanza una granada, y el "daño" se incrementa. Los demás arremeten y disparan literalmente con todo lo que tienen. Siento las balas como besos de una amante prohibida, siento el fuego como caricias de una madre. Que diminutos que son.

El fuego me obedece, y se alza en columna creándome un halo ígneo y llamas de fénix. Mi carne y piel están intactas, y mi ropa negra como el silencio también. Mis ojos están rojos como sangre de tiempo, y los observo, y les digo:

- Que así sea...



Continuará

miércoles, 27 de octubre de 2010

Pray 21: La Reina Cuervo

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Habiendo comido ya, Eostre, Thor y yo debemos ir a inscribirnos como dijo Thanatos. nuestro Tutor y Guardián va con nosotros.

- Los podré acompañar hasta cierto punto chicos - Dice Thanatos - Donde se inscribirán es una parte del Valhalla que es conocido por ser literalmente el área de logística. El Vanir Visnú está a cargo de eso. Ahí encontrarán a muchos otros dioses y diosas, muchos de los cuales sienten interés por este equipo.
- Déjeme adivinar Thanatos...el temible Angra Mainyu....- Thor comienza a hablar, pero es interrumpido.
- No totalmente, simplemente porque yo soy su Tutor, yo antiguamente, luchaba bajo el estandarte de Hades, quien ahora es uno de los Tronos.

Estupefactos quedamos con la información recién dada. Thanatos había estado bajo el control de los Tronos, y aún así, hoy en día, nos enseña. ¿Cómo es posible eso?

- No piensen cosas que no son. - Dice Eostre - El Señor Thanatos ha abandonado totalmente esa vida, ahora esta de nuestro lado, luchando codo a codo con los Vanir y los Aesir.
- Entiendo su consternación, entiendo que sientan dudas al verme a la cara, pero no es momento para eso - Habla Thanatos - Ahora mismo deben inscribirse y prepararse a entrenar para el enfrentamiento de los dioses. Ese evento es de vital importancia porque les ayudará a mejorar ampliamente sus poderes. Cuando entren, tengan mucho cuidado por favor. Suerte.

Volteamos y vemos una enorme puerta. A los lados hay estatuas de hombres con forma de águila, o viceversa. A pesar de que el descubrir eso de la persona a la que estoy a cargo me perturba ampliamente, no puedo distraer mis pensamientos con respecto a las inscripciones y a los otros dioses que se encuentran al otro lado de la puerta. Eostre alza su mano y apoyándola suavemente contra la puerta, ésta se abre de manera lenta y tétrica. Conforme la puerta va dejando ver lo que protege podemos escuchar murmullos y pasos. Y cuando la puerta está totalmente abierta, éstos cesan.

Avanzamos, cruzando la entrada. Hay muchas personas ahí dentro, todos nos observan callados. Algunos con rostros indiferentes, otros con rostros agresivos, algunos con rostros de miedo, y otros con rostros de desdén. Somos los aprendices de alguien que antes luchaba por los Tronos, es algo comprensible. Es incómodo sentir todas las miradas de esos dioses en uno mismo. Así quizás se deba sentir una bailarina de tabledance.

- Ya sigan haciendo sus cosas muchachos, o se meterán en problemas. - Dice un hombre con una insignia con forma de escudo alado. Eso hasta donde me he percatado corresponde a los Aesir. - Yo soy Apolo, noté que tienen algunos problemas con el medio ambiente así es que les hecharé una manito.
- Gracias Señor Apolo - Dice Claudibeth en agradecimiento, yo solo levanto la mano y Frank aciente con la cabeza.
- De nada, por aquí por favor. - Dice Apolo, pidiéndonos que le sigamos.

Al seguirlo, pasamos por entre los demás, y me siento intimidado, de tan sólo pensar que éstos individuos estan esperando ansiosos en su mayoría tener la oportunidad de enfrentarnos en el evento, siento algo de miedo.

Apolo se detiene, nosotros también. Frente a nosotros se encuentra un enorme árbol de tronco brillante y azul, con hojas rojas y largas ramas.

- Éste es el primer Árbol de la Ciencia, le llamamos Enoch. - Dice Apolo - Cada uno coja una hoja de las ramas, en ellas escriban sus nombres utilizando sus dedos índices. Una vez escrito el nombre, apoyen la hoja en el tronco. Apóyenla con el lado en el que está escrito su nombre.
- ¿Ése es todo el proceso de inscripción? - Pregunta Frank.
- Luego de apoyar la hoja, Enoch asimilará los nombres y producirá un fruto dorado del tamaño de un durazno, fruto el cual germinará de aquí a cuatro meses. cada fruto será representativo de cada uno, pues en la cáscara del mismo, se encontrará escrito el nombre de quien corresponda. Al abrir el fruto se encontrará el nombre de otro participante, justo en la carne del mismo. Por lógica, los nombres de ambos localizados en el fruto, se enfrentarán. A partir de esa primera ronda, se irán escalando posiciones y asi sucesivamente, hasta el ganador. - Explica Apolo.
- Pensé que sería el Señor Ganesha quien elegiría las peleas. - Pregunta Eostre.
- Enoch está bajo el cuidado del Señor Ganesha, es por eso que se les dió la información de esa manera. - Dice Apolo, respondiendo. - Ahora, por favor tomen una hoja y hagan el procedimiento que les pedí, mucha suerte muchachos.

Luego de decir eso, Apolo se retira entre la gente. Thor, Eostre y yo cogemos una hoja del Enoch respectivamente. Escribimos nuestros nombres en la misma, y los apoyamos contra el tronco. Luego de hacerlo, la hoja arrancada se seca, y se convierte en polvo. Esperar cuatro meses para saber contra quien se luchará es algo bastante incómodo, sin embargo eso sólo implica que debemos estar preparados para enfrentar prácticamente lo que sea.

- Hace tiempo que no se les ve, muchachos - Se escucha una voz de entre la multitud. Se trata de Ares. Frank está alerta.
- No te preocupes Thor, puedo esperar calmadamente hasta el comienzo de las rondas para romperte el culo a patadas. - Dice confiado el Griego.
- Controla tu lenguaje Joseph, me estás avergonzando. - Habla Amaterasu, apartando la mirada de su compañero.
- Deja de ser mandona - Dice Ares.
- Ya basta los dos, estoy seguro que no hay necesidad de discutir ahora. - Dice Veles, quien aparece tan calmado como de costumbre. - ¿Cómo están muchachos?
- Bien, algo incómodos por el recibimiento aquí. -Digo.
- Es lógico que sea de esa forma.....ustedes son aprendices de un Judas, ¿Qué esperaban? - Habla alguien que se acerca. Un muchacho con rasgos orientales. - No son más que los que podrían traicionarnos más adelante en esta guerra. Se trata de la deidad china, Zhu Rong, Dios del Fuego.
- No crean que nos intimidan solamente por ser los aprendices de Thanatos - Dice una chica que se encuentra al lado del "chinito". Es Athenea.
- No entiendo cual es el punto de ésta estúpida discusión, si tienen problemas con ellos, esperen a que simplemente les llegue la oportunidad de enfrentarlos. - Dice a lo lejos Susano, quien aparece acompañado de Aredvi y Sobek.
- Así es, todos tendremos la oportunidad de sacarnos los ojos si nos da la gana más adelante. - Dice Ares.

Súbitamente los presentes nos miramos entre nosotros, y en las miradas cargadas de ira hay el deseo de entablar batalla. Pero todo esto se ve amainado ante una presencia increíble.

- Ya dejen de causar jaleo en esta área. - Habla una mujer a lo lejos. Conforme ésta va apareciendo, su belleza letal hace que todos queden boquiabiertos. Me incluyo. Acompañada está de un chico alto de estructura muscular sumamente consistente y de cabellera roja y de un delgado y ágil de apariencia hombre portador de una larga vara de madera.

- ¿Quién es ella?- Murmuro a Veles.
- Ella es Morrigan, es quizás la más poderosa de los que se encuentran en nuestro nivel. El musculoso es Tyr, Dios Nórdico, especialista en combate cuerpo a cuerpo. No querrías luchar con el a mano limpia; el otro tipo es Hanuman, el Rey Mono, sumamente veloz y ágil. - Explica Veles.

- Tyr....- Dice Morrigan.

Al instante, el Dios de las Luchas desaparece y aparece justo enfrente de Thor, acestando un poderoso golpe a la mandíbula de mi amigo. Thor sale disparado y golpea un muro, sin quebrarlo. Todos quedan boquiabiertos. Cuando trato de acudir a mi amigo, noto que en un parpadeo, Morrigan me ha sujetado de la muñeca. Mis ojos demuestran mi consternación y vulnerabilidad.

- Que quede claro Angra Mainyu, que no importa la reputación que hayas tenido en tu Avestán y la que hayas ganado en éste instante por tu grupete de gusanos. Yo personalmente me aseguraré de apabullar tu reputación. Yo misma quiero derrotarte, quiero comprobar si los que dicen que eres la Destrucción encarnada están en lo correcto. - Dice la Diosa de la Muerte.

Solo la observo fija a sus hermosos ojos marrones, desafiantes como lobos dispuestos a atacar.

- Suéltame, Morrigan. - Digo.
- Oblígame. - Dice ella.
- No planeo luchar contra una chica que se cree la todopoderosa reina - Hablo.
- .... - Ella permanece silente, y retira su mano. -

Morrigan llama a sus compañeros y da media vuelta y se retira. No sin antes verme a los ojos con ira.

- Ten cuidado, ella es engreída, al estar tu aquí ella se siente amenazada pues tu eres un Dios que fácilmente podría tomar su lugar como arma definitiva de los Vanir.- Me dice Aredvi, quien estaba a nuestro lado y por la conmoción no noté.
- Esa tipa...¡Qué diablos se cree! - Dice enojado Thor.
- Es la Diosa de la Guerra, las Riquezas, la Salud, las Soberanías, la Muerte, y la Profecía. - Dice Eostre. Todos esos poderes, la hacen casi invencible.

Luego de todo el asunto, noto que de entre la multitud me observa un tipo de cabello blanco y ojos rosados. Otro idiota de todos estos que creen que levantaré un dedo para mancillar su orgullo quizás. No me importa, solo recuerdo su rostro y me retiro con mis compañeros. Este período antes de las batallas, serán algo que puede ponerse feo.

Continuará....

miércoles, 20 de octubre de 2010

Pray 20: Sospechas

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Mientras los Vanir terminan de hablar con los Aesir en el Gran Salón, los que entramos en el Uku Pacha y enfrentamos al Trono Supay nos encontramos conversando y tratando de calmar nuestra aún existente conmoción por la cercana venia de la muerte. Ya nuestras heridas han sanado, pero nuestra derrota humillaría aún al corazón más frígido.

- ¿Notaste cómo Supay nos contuvo tan calmadamente?- Dice Sobek mientras se soba un ojo.
- Ni siquiera se inmutó ante la presencia de Poseidon y Thanatos - Responde Aredvi.
- Manejó a ambos Aesir como si se trataran de niños - Habla Susano - Y creo que se contuvo en la pelea.
- Estas exagerando - Dice serio Thor - Es imposible que haya mantenido combate con dos Aesir conteniéndose.
- No lo sé - Responde Susano mirando fijamente a Thor - ¡Pero honestamente no creo que ambos Aesir estaban a su altura!
- ¡Hablas estupideces! - Grita Thor - ¡Thanatos es súmamente poderoso!
- Ya dejen de pelear - Digo - Lo que por ahora importa es que estamos aquí con vida.
- Tu estás tranquilo porque el Trono dijo que tu eras intocable - Dice Sobek - ¿No serás acaso un espía verdad?
- Yo tampoco entiendo eso Sobek, y si mal no recuerdas yo también fui malherido en la confrontación. - Respondo.
- Ace, la verdad es que eso que Supay dijo, es verdaderamente sospechoso - Me dice Aredvi, mirándome con una expresión de que algo cruel y terrible he hecho.
- ¡Que diablos les pasa yo no tengo nada que hacer con ese tipo, si cuando Amaterasu me salvó la primera vez que supe lo que era casi me matan a mi y a Frank! - Respondo exaltado.
- Solo parece sospechoso, no te sorprendas si es que los Vanir te hacen seguimiento de cerca, estoy seguro que Marduk, quien es el que desconfía más de tí, ya debe estar planificando algo contra ti.- Dice Susano seriamente.

Mientras discutimos Eostre hace su aparición, en su rostro lleva una expresion de preocupación. Camina hacia nosotros algo temblorosa, como si sus pies estuviesen sorprendidos por lo que nos ha sucedido.

- Ace... ¿Estás bien? - pregunta la joven Claudibeth Eostre , con miedo en las palabras, y con los ojos llorosos de una joven mujer.
- Si "Claudi", me siento bien.- - Digo sonriendo.
- ¡¡¡Y yo también me encuentro bien, gracias!!! - Grita Frank, haciéndose notar para variar.
- Tengo noticias para ustedes, Ace, Frank, Sobek, Susano y Aredvi. - Dice Claudibeth, sintiéndose mejor. - Por orden de los Vanir y directa comanda de Lord Wiracocha, los Dioses reclutados en el Palacio Valhalla pronto entrarán en una confrontación amistosa para provar su poder y entrenar una futura confrontación contra los enemigos Tronos.

Todos miramos atónitos a la pequeña Eostre.

- ¿Qué dices? - Pregunta Aredvi seria - ¿Los Vanir nos harán luchar entre nosotros?
- Así es - Responde Eostre - La fecha de los combates y el inicio de éstos será notificada pronto, y está planificada de aquí a partir de cuatro meses con veintidós días. Para ese período los participantes debemos estar preparados para ..... combatir.
- O sea será algo....¡Como el Supremo Torneo de las Artes Marciales! - Piensa Thor....no leo lo que piensa, pero se que lo pensó ¬¬.
- Bueno, también mientras venía aquí, el encargado del área de sanaciones, Asclepius, me pidió que les diga que ya pueden retirarse y prepararse para su entrenamiento. Thor, Ace, ¡FUIMONOS! - Dice Eostre.

Luego de escuchar las noticias, nos ponemos de pie y nos retiramos a donde debamos ir. Salimos al pasillo al final del cual nos esperan Poseidon y Thanatos. Antes de despedirnos, Aredvi me mira a los ojos con su mirada universalmente impactante, me coge del codo y me dice:

- Cuídate mucho Ace, espero verte muy pronto. Gracias por salvarme.

Luego de decir eso, ella se voltea, y se retira con su Aesir tutor y su equipo. A pesar de su sospecha, noto algo inusual en su mirada. No logro decodificar lo que significa. Nunca he sido bueno para entender eso de los mensajes subliminales. Bah, que importa, quizás solo este imaginando cosas que no son. Típico de mi.

- Que bueno que estén bien - Dice Thanatos con una sonrisa, apagando un cigarrillo en la mano. - Eostre ya les informó lo que han de hacer a continuación. Después de comer, entrenaran ustedes para el evento de confrontación. Todos los equipos del Uku Pacha se enfrentarán, de aquí a cuatro meses con veintidós días. Por tanto, en el período antes de la masacre, deberán hacerse fuertes y no hacerme quedar mal o los encerraré con mis mascotas por cien años. Todos los equipos lucharán contra todos. Por ahora, uno de los mejores equipos es el equipo que está a cargo de Shiva, consta de Hannuman, Tyr y la señorita Morrigan. Llevan tiempo aquí, y estoy seguro que Morrigan al menos, ya ha escuchado algo sobre ustedes, especialmente de ti, Angra Mainyu.
- Ay, odio ser el centro de las charlas. - Digo en voz baja.
- ¿Qué otros equipos conoce? - Pregunta Thor.
- Mmmm.... El equipo de Astartea es interesante también, Veles, Ares y Amaterasu es buena combinación; el equipo de Xolotl, con Al Quaum, Afrodita y Dakuwaqa....ah, el equipo de Pachacamac es quizás tan bueno como el de Shiva, Iktomi el tramposo, Zhu Rong Lanza de Llamas y Athenea lo conforman.....bueno al parecer hay mucho que entrenar - Dice Thanatos cambiando la confianza por una actitud más reflexiva. Eso no da mucha confianza. - Bueno, basta de cháchara. Vamos a comer y después irán a "inscribirse" al Salón de Guerra.
- ¿Inscribirnos? - Pregunta Frank - ¿Porqué?
- Para que la organización sea más fácil - Responde Eostre. - Y para que las peleas sean acomodadas al azar sin trampas.
- ¿Quién acomodará los combates? - Pregunta Frank nuevamente.
- Un Aesir que no tiene equipo. Ganesha, el Sabio. - Responde Thanatos. - ¿Nos vamos?.

Thananatos se da la vuelta y nos retiramos a comer algo. Mientras tanto noto que las cosas están por ponerse burbujeantes en este lugar. Interesante.

Lejos de donde estamos. Escondido en las sombras de las columnas del celeste techo, una figura antropomorfa nos observa marchar. Luego de que hemos ido a donde debemos, la figura ágilmente salta de columna en columna y sale por un tragaluz localizado unos metros detrás. Cuando sale, una hermosa mujer de 1.60 aproximadamente, negros cabellos como la muerte, hermosísimo rostro y hermoso cuerpo lo espera.

- Tenías razón, Thanatos ya sabe. ¿Estás segura que ese flaquito es Angra Mainyu?- Dice el muchacho.
- Si Hannuman, no tengo duda de ello. - Responde ella.
- Jajaja....¿En serio quieres enfrentarlo no? - Dice Hannuman.
- No cabe la menor duda, que será algo interesante que aplastar - Dice la mujer - Haré que Angra Mainyu, termine besándome los pies.
- Bien dicho, Lady Morrigan. - Dice Hannuman. Luego del diálogo, ambos desaparecen en un parpadeo, a esperar el momento, en cuatro meses, y veintidós días.






Continuará...