lunes, 6 de diciembre de 2010

Pray 23: Symphonia Chiroptera


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El fuego se alza a mi alrededor, y no siento nada más que la apabullante sensación de ser invencible. Mi ego se dispara por sobre los cielos y las estrellas. Soy un Dios y al fin actúo como tal. No he matado...hasta ese momento. Observo a mi alrededor todos disparando en pánico, sus balas de plomo son inútiles. Que diminutos son.

- Te encanta..¿Verdad? - Dice una voz en mi interior.

Cuando me doy cuenta, estoy en mi mundo interior, ese lugar con agua en el suelo y árboles muertos en la ciénaga. Ahí está, Angra Mainyu, mi otro yo. Calmado como de costumbre, con su voz grave y tenebrosa.

- Ace Ace Aaaace.... matarás a todos ¿verdad? .... vamos dime que si... mírate, poderoso e imponente, siente su miedo, alimentate de él. Mátalos. - Dice mi Poder.
- No pude controlarme - Digo callado.
- Por supuesto que no, tu poder es indómito, aún estas aprendiendo a manejarlo. Pero date el gusto ésta vez, y mátalos. - Dice.
- ¡No! - Respondo enfático - Matar esta....
- ¿Mal? - Corta mi Poder - ¡TU ERES EL MAL!¡DIOS DE LA DESTRUCCIÓN!

Me quedo atónito...y despierto de mi frenesí. Apago las llamas de mi arrogancia y desaparezco.

A unos cuantos kilómetros aparezco nuevamente, en la mitad de la selva africana. Comienza una fuerte lluvia, y yo estoy sentado debajo de un enorme árbol. Mis brazos abrazan mis rodillas, y siento demasiado dolor en mi corazón por la forma en la que he reaccionado. No borro de mi mente lo que hice pensando en ayudar. Me atemorizo a mi mismo, y pienso lo mal que he hecho hoy. Cierro mis ojos, arrullado por la lluvia, planeo dormir, pero justo cuando creo que lo he hecho, un chirrido de agonía me despierta.

Abro mis ojos, y veo que en un árbol cercano hay una lechuza que ha atrapado a un pequeño murciélago. El mismo me ve con sus moribundos ojos mientras la rapaz se dispone a destriparlo. Levanto mi mirada hacia el ave, y pienso:

- Déjalo.

El ave obedece mi pensamiento, y desaparece. EL pequeño quiróptero queda en la rama, ensangrentado. Me pongo de pie y camino hacia donde está él. Lo observo antes de tocarlo, y veo como su aliento desaparece. Justo antes de perecer, soplo hacia él, y éste sana sus heridas, y se aleja volando a los brazos de la oscuridad.

Pienso en lo contrapuesto de las acciones de éste día. En un segundo aniquilo salvajemente, y en el otro, le doy una segunda oportunidad a una criatura pequeña. Qué curioso es el transcurrir de las cosas.

La lluvia persiste, y comienzo a caminar. Veo a lo lejos humo y escucho voces humanas. Son quizás la guerrilla que enfrenté antes, pero no me atrevo a entrar en berserk nuevamente. Entonces escucho muchas alas y muchos chirridos. Un enorme enjambre de murciélagos está dando vueltas a mi alrededor.

- Gracias por salvar, Oh Angra Mainyu - Dice uno que otro de los animalillos. - Ahora, por tu generosidad te ayudaremos, dinos, que deseas?

Los miro, y sonrío.

Una enorme fogata alimentada de brasas y palabras de odio con un tatuaje ultravioleta de miedo se alza en el campamento que percibí antes.

- Ese espíritu maligno no ha sido más que una señal de que debemos actuar rápido antes que éste gobierno nos termine de aniquilar....mañana en la mañana avanzaremos con todos nuestros contactos y comenzaremos a planear la detonación de las bombas a control que tenemos al rededor de puentes, pueblos, hospitales e iglesias. Las minas ilegales de diamantes también serán minadas, y así el gobierno escuchará nuestro rugido!- Dice el líder.

Habla como si su destino, fuera verdaderamente de él.

La lluvia mengua, y la luna abre su licántropo ojo. Pero solo es un parpadear. Cientos, no, Miles de alas negras cubren la luna, y los sonidos de las radios son devorados por el chirrido de miles de murciélagos que vienen desde el horizonte de mi voluntad. Los humanos los observan y quedan atónitos. Muchos arremeten con las armas, pero es inútil, no dejaré que ninguno de ellos muera.

Como una tormenta de arena, los murciélagos cayeron sobre los hombres y comenzaron a atacarles. El mejor daño, era el psicológico, pues ésta especie es inofensiva. Mientras los hombres se disponen a escapar, mis pisadas se acercan calmadas. El líder dispara tantas balas que éstas podrían ser estrellas en el cielo. Cuando éste individuo se cansa, corre hacia una vieja Land Rover que tenía cerca, la enciende, y se larga a mucha velocidad.

Atraviesa la selva como si fuera un leopardo buscando una presa, raudo en definitiva, pero limitado a su vez. Llega hacia el borde de un precipicio, en donde gira abruptamente y el carro se apaga. El hombre voltea la mirada para pensar en otra forma de escapar, pero lo que ve no es conveniente para él, ni para nadie que goce de la más mínima salud mental.

Yo, rodeado del contranatura grupo de quirópteros, con un cigarrillo en la boca, y con la muerte en los ojos.

- Maldito, ¡QUE MIERDA ERES! - Grita el hombre.
- Soy un Dios, y me has hecho enfurecer. Pero no te mataré - Digo - Dejarás tu estúpida campaña y te entregarás a las autoridades.
- De ser un Dios, no me hablarías con tanta suavidad. - Dice el idiota, y dispara con una pistola, como si me fuese a hacer daño alguno.

Las balas nunca me golpean, pues solo le dan a él por la espalda. Una en la nuca, y otra en el homóplato izquierdo.

- Apuntaste a lo que entendiste como puntos vitales...trataste verdaderamente de matarme, y por eso, te mataste. - Explico - Gracias a ti comprendo el poder de los de mi clase en ésta Tierra Media. Tu has marcado tu destino, lo lamento tanto.

Me doy media vuelta, y desaparezco entre los murciélagos, mientras el hombre, cae hacia atrás, directo a la garganta del precipicio. A lo lejos escucho como su cuerpo da contra aguas turbias, y luego contra rocas sumergidas. Escucho a un par de cocodrilos hembra festejar con su muerte. Me dirijo al campamento, que ahora se encuentra vacío. Pido a los murciélagos morar aquí, y atacar a todo aquél que llegue con las intenciones de hacer a sus congéneres, lo que los búhos les hacían. Ellos aceptan gustosos, y prometen ayudarme cuando yo lo necesito. Me doy media vuelta y comienzo a entender cuan indefensas son las personas ante nuestra clase.

Hace unos días, alguien más me derrotó a mí y a mis compañeros, y esa sensación, la sintieron estas personas también. Es simple, debo evitar que seres malignos se atraviesen con las personas, evitar que dioses oscuros y corrompidos por quién sabe que...hagan lo que hice ésta noche.





Continuará...

2 comentarios:

  1. Me Gusta Ver esa... umm, Vulnerabilidad Psicológica en un Dios, De Nuevo, Lo Humanizas Y ME GUSTA! porque jamás verás un Dios reflexivo, Viéndolo desde un punto de vista típico veras que los dioses te hacen reflexionar porque son sabios y bla, bla, bla, En cambio, este Dios, Va aprendiendo... Me Gusta, Me Sube el ánimo...

    Ya te dije es un Clímax Literario :D

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  2. Hiciste esperar...pero valió la pena. Pensaba que aparecería alguien para detener a A.M. o al menos que éste se volvería loco y causaría algo más atroz aún. Lo que pasó fue bastante impredecible.

    Murciélagos..bueno las cosas más pequeñas hacen que cambiemos nuestras ideas ¿verdad? ... me gustó mucho este nuevo post...

    no dejes de escribir!

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