jueves, 26 de agosto de 2010

Pray 16: Coronado Dios de los Demonios


Anterior: Pray 15
Siguiente: Pray 17


Ahi estan viniendo como las olas del mar, los cientos de monstruosos diablos que nos buscan en el Uku Pacha. Thor y yo estamos alzados en la altura observándolos venir. Por mi mente cruza la idea del error humano en las decisiones divinas.

- No es momento para preocuparte Ace-Dice Frank- Después hablaremos de ésto.
- Si, tienes razón-Respondo.

Nos avalanzamos sobre el ejército de los garrotes e impactamos contra ellos como los asteroides que besan la Tierra con indigna brutalidad. Fuego, Hielo, Trueno, Sombras, Relámpagos golpean a las hordas casi interminables de enemigos, los cuales gritan de dolor y sufrimiento al alzar la mano a los Dioses.

- Creo que son muchos- Digo.
- No idiota - Dice Frank - ¿Tu que crees?
- Que no estamos analizando la situación - Digo mientras lanzo una gran sombra cortante a la multitud que nos rodea.
- Ah claaaaro ... ¡Tu eres el que actúa siempre sin pensar!- Dice Frank mientras lanza relámpagos de color azul por todo el lugar, carbonizando a muchos.
- Hay solo es un pequeño defecto que no tiene nada que ver con riesgo inminente de muerte - Digo mientras me elevo a lo alto.
- ¿No has notado nuestra posición verdad? - Dice Frank mientras me alcanza.
- Somos Dioses, o sea que somos inmortales, al menos a manos de criaturas mortales o de larga vida como esos demonios- Respondo con una sonrisita.
- .... - Dice Frank- Mierda, tienes razón.

Miramos desde lo alto a los demonios amontonarse tratando de alcanzarnos, sin exito alguno. Frank escupe y ve como los enemigos enfurecen mas. Eso si fue un error. Todos los demonios comenzaron a amontonarse y a juntarse. Sorprendidos observamos como los monstruos se derriten unos con otros, creando así una super masiva criatura. Un enorme demonio idéntico a sus partes, tan alto como un edificio de quince pisos de altura. El "super demonio" da un rugido que golpeo nuestros pechos, haciéndonos sentir una vibración en nuestros torsos.

- Ahora es tu culpa - Digo a Frank.

El demonio lanza una poderosa llamarada, la cual nosotros esquivamos. Para hacernos una idea de la magnitud del daño del "animal" vemos como la llamarada sigue de largo y golpea a lo lejos, causando una increíble explosión más alla de la cadena de volcanes. Luego de la muestra de poder, el demonio gigante carga contra nosotros a una velocidad poco creíble de semejante gargantúa, sorprendidos vemos como viene raudo hacia nosotros. En un parpadeo me propina un enorme puñetazo, el cual me manda a volar. Frank se dispone a lanzar a Mjolnir, pero es tarde, con la contrapalma, el monstruo acesta su impacto y manda a volar al Dios del Trueno en posición opuesta a la mía. El monstruo se queda estático olfateando el aire...como decidiendo por quién ir. Yo soy el elegido.

El gigante se acerca caminando hacia donde estoy, dando largos pasos, jadeando. Yo me pongo de pie, y lo veo acercarse. Corro y desaparezco para aparecer detrás de la nuca del monstruo. Invoco al fuego y a la sombra y las lanzo como dos enormes ráfagas con cabeza de lobo hacia el enemigo, el cual las esquiva con sorprendente facilidad. Es entonces con tal velocidad que el monstruo me sujeta en su enorme palma y comienza a usar una gran presión. Siento que mis huesos poco a poco van destrozándose. Thor aparece al frente del enemigo, chisporroteando y envuelto en un brillo azul. Pero el monstruo alzando su enorme pie, lo aplasta. Frank no lo vió venir.

Cada vez se me hace más difícil respirar, siento que mis costillas atraviesan mis pulmones mientras los enormes ojos del monstruo observan a los míos. Pienso constantemente en mi inmortalidad como deidad, inmortalidad no implica invulnerabilidad, puedo ser lastimado, al menos por un ser sobrenatural. Intento safarme, pero es imposible, incluso si me enciendo en llamaradas el monstruo no se ve afectado, quizás por ser una entidad que radica en este valle de magma y lava. Estoy jodido quizás en la situación, pero algo debe ocurrir para poder salvarnos de ésta, o es así como la mala suerte obra, haciendo un teatro con personajes prescindibles. Ya mi respiración llega al tope, la presión hace que salga sangre de mis oídos, boca y nariz; veo que todo se torna rojo, es porque quizás los vasos sanguíneos de mis ojos ya explotaron. Esto es mi culpa, por tomar decisiones apresuradas sin anticiparme. Mala idea, otra más en una lista de malas ideas hechas por mi. Como Dios o como mortal, no cambio.

- No te rindas - Escucho, es quizás mi imaginación, la voz de la hermosa Aredvi tratando de darme ánimos. Abro mis ojos lentamente, y entonces contemplo con éstos, a un muchacho con rasgos japoneses, blandiendo una katana (espada samurai para los que no saben) encuelta en relámpagos y agua de mar en lo alto, preparando un ataque al demonio. Salgo de mi letargo, mientras el relámpago de tormenta de mar golpea a la criatura en la cabeza. El monstruo me suelta y caigo al suelo. Thor estambién esta libre. El super demonio se va hacia atrás. A mi auxilio viene Aredvi, sonriente y hermosa como la muerte de un soñador.

- No son los únicos aqui. Los Vanir nos enviaron.- Dice mi valkiria. - Sobek ve por Thor.

Veo entonces a un muchacho de delgada contextura sumergirse en la tierra. El joven fue raudo bajo tierra pues vi que la lava seca se resquebrajaba a su paso. Veo a Thor en el suelo y el muchacho salta del suelo cual agua fresca. Sujeta al Dios del Trueno, y de un parpadeo aparece a nuestro lado. Aredvi nos sujeta de las manos y hace que la lluvia cure nuestras heridas mientras su amigo, el "samurai eléctrico" distrae a la criatura lanzando agua a alta preción y relámpagos de color dorado.

Cuando nos reponemos observamos el espectáculo.

- Aredvi que haces aquí - Dice Frank (¿la conocía?)
- Los Vanir nos enviaron, hace unos minutos.- Responde el muchacho al cual Aredvi llamó Sobek.
- Susano esta haciéndose cargo pero no resistirá por mucho más tiempo, debemos actuar para destruir a ese monstruo rápidamente. - Dice Aredvi.
- Un ataque relámpago será entonces - Dice Frank.
- Es siempre un gusto verte antes de morir, Andrea - Digo a Aredvi, refiriéndome a su nombre de mortal. Ella me mira y me sonríe.
- ¡Pueden apurarse, tengo una pequeña situación aquí! - Grita Susano a lo lejos.

Aredvi se pone de pie, crea agua, y del agua libera una cimitarra de color blanco, contrastando con la mia negra. Thor se envuelve en electricidad y llama al iracundo Mjolnir. Yo preparo mi cimitarra negra y la envuelvo en llamas. El muchacho Sobek se transforma en un híbrido de hombre cocodrilo de musculosa estatura portando un bastón con una extraña forma. Entonces, todos desaparecemos y aparecemos al rededor del enemigo.

Todos listos, con todo.

Lanzo una poderosa marejada de llamas, sombras y puntas de hielo que inflinjen gran daño al monstruo. Aredvi lanza potentes torrentes de agua, seguidos de su gran velocidad y cientos de cortes al cuerpo del enemigo. Thor se alza en lo alto, y lanza un enorme trueno azul, que impacta a la criatura de lleno. Susano al ver eso, crea una enorme ola la cual impacta al monstruo, empujándolo unos metros, húmedo, el monstruo es presa fácil para los rayos de Susano, Dios del Japón, quien controla las Tormentas y el Mar. Turno de Sobel, Egipcio, El Dios Cocodrilo, el Dragón del Nilo, Señor de la Guerra y de la Fertilidad, quien lanza su poderosa forma y con su bastón crea la cabeza de un enorme cocodrilo de agua, la cual embiste y muerde al enemigo, destrozando la mayor parte de su cuerpo. El Gran demonio cae envuelto en sangre brillante como el magma. Ahora, es turno del golpe final. Tomo la batuta, me elevo, de la punta de mi dedo negra energía se acumula, y entonces la libero en un potente disparo, el Eversor. La luz negra va hacia el monstruo, entrando por su frente, saliendo por su nuca, impactando contra la colina que se encuentra detrás. El monstruo se detiene, sus ojos se apagan, y lentamente se convierte en polvo, polvo que desaparece en el aire.

Los Dioses han vencido.

- Necesitamos la sangre de seis dioses para dar el balance a éste mundo - Dice Aredvi.
- ¿No somos cinco?- Digo.
- Su compañera, Ostara o Eostre o como le digan, la niña, ella esta en camino, esperaremos a que ella venga y tendremos las seis sangres - Dice Susano.
- No entiendo, no pensamos que tendríamos que sangrar para dar valance a este Inframundo - Dice Thor.
- Emmm- Dice Sobek, ya en forma humana - Así debemos dar valance a éste sitio, verán, emmm, los Dioses usamos la sangre para muchas cosas, es la fuente de nuestro poder divino. Seis sangres de distintos dioses se suelen usar para restablecer o destruir planos dimensionales como éste. Suelen ser cinco, pero dado el grado de deterioro de éste lugar, se necesitan seis.
- Bueno, esperaremos a Claudibeth aquí. - Digo.
- ¿Claudibeth? - Me pregunta Aredvi.
- Eostre - Respondo.

Entonces lo sentimos. Una aplastante presencia se acerca hacia nosotros. No es Eostre. Esta presencia, es increíblemente poderosa, es como sentir el peso del universo en las espaldas. Aredvi dice entonces de forma alarmante:

- ¡Prepárense para lo peor, de inmediato!.

No se porque sentí tanto miedo en su voz.

Es entonces, cuando la presencia se hace más y más poderosa, así como más y más insoportable. Todos tienen los ojos llenos de miedo, y eso me contagia. Noto a Frank algo preocupado pero tranquilo, ojalá no haga nada estúpido. Poco a poco, paso a paso, centímetro a centímetro, sentimos a esa presencia venir como un huracán.

Ahí está.

Una figura a lo lejos con un poncho largo y negro. Una joya plateada en el pecho que recuerda una máscara moche. Dos aretes enormes como discos lunares, con los ojos del olvido, y el aura de la masacre a su alrededor. Vemos en mas detalle su larga cabellera negra y piel clara, con sus ojos viperinos de color ambar, ojos que miran sin vida, como lo profundo del mar.

Calmado camina hacia nosotros, y estando frente a unos metros de nosotros, sentimos como si nos desintegráramos. Nos observa, y nadie de nosotros dice una palabra. Sentimos que si hablamos, nuestras entrañas saldrán por nuestras bocas.

- Bienvenidos a mi Inframundo - Dice el Poder - Yo soy Supay, Dios Inca del Inframundo, Rey del Uku Pacha y Señor de los Demonios, y soy, uno de los Doce Tronos.

Continuará...

sábado, 14 de agosto de 2010

Pray 15: El Reino de los Volcanes.

Anterior: Pray 14
Siguiente: Pray 16

Nuestros pasos atraviesan el portal por el cual Aroha nos hace entrar para ayudarle con su problema. No tengo la más remota idea de cómo solucionaremos esa clase de asunto, pero algo se nos ocurrirá.

Pasamos las cortinas de luz mientras el Imp nos agradece en la caminata, al llegar al mundo de los Imp, el plano que conecta los inframundos. Es un enorme lugar con forma árboles verdes y brisas suaves, pero el cielo es negro y de metal. Avanzamos un poco más y mientras caminamos vemos a lo lejos una pequeña aldea cuyas casas parecen pequeñas pilas de piedra negra, recuerda mucho a los tambos que se ven a lo largo del camino del Inca, en Perú.

- Mis Señores, llegamos a mi aldea, Fáritel.- Dice Aroha.

Miramos al rededor, y solo vemos calles vacías y lo único que se oye es el sonido de la basura ser arrastrada por el viento.

- ¿Dónde están los Imp? - Pregunta Thor.
- Están asustados, Lord Thor, no están acostumbrados a tener la visita de Dioses....Amigos y Amigas, por favor den la bienvenida a nuestros señores, Lord Angra Mainyu y Lord Thor- Dice Aroha. Yo solo observo callado.

De entre las casas y esquinas, pequeñas figuras aparecen, tímidas, nerviosas, tal y como liebres que se aproximan a oler a uno. Son el pueblo de los Imp, hombres, ancianos, mujeres, bebes, nada de distinto al pueblo del hombre. Aroha comienza a hablar, subiéndose a una roca, y alzando los brazos:

- Los Dioses han venido a ayudarnos, han visto la debacle de nuestro pueblo, y se han dignado a venir a salvarnos de la catástrofe que sucede a nuestro humilde hogar. Alabados sean nuestros señores, ahora, pueblo de Fáritel, inclinemonos ante Nuestros Dioses, para que conozcan que nuestra lealtad, es ilimitada.

Dicho ésto, los Imp se inclinaron hacia nosotros. Nunca había sentido ésto que siento ahora, esa extraña "fe" hacia mi persona. No se si agradecer, o pedirles que se levanten, la verdad no tengo idea de como reaccionar. Los veo, y hay algo en estos seres, que me hace recordar a los humanos.

- Mis señores ¿Hay algo que deseen?¿Un banquete?¿Un sacrificio? Pidan y se les dará, no se debe negar nada nunca a un Dios. - Pregunto Aroha.

¿Sacrificio? Me tentó irme por esa opción, pero creo que mejor no.

Justo cuando Aroha iba a decir algo, un terremoto sucede, uno muy fuerte, como nunca lo había sentido en mi vida. Es como estar en la espalda de un cocodrilo mientras éste mata una presa, sonoro, violento, aterrador. Mientras sucede el movimiento, una de las casitas se cae, levantando polvo y asustando a los Imp.

- Los terremotos son el resultado de los movimientos de los muros de nuestro mundo- Habla una Imp con su cría en brazos- Cada vez que un terremoto se sucede, nuestro plano se deteriora más, hasta que llegue finalmente el punto en el cual nuestro espacio sea destruido por esta reorganización.
- Mis señores, por favor....hagan algo- Dice Aroha.
- ¿Qué hay que hacer?- Pregunto.
- Acompáñenme, y les explicaré todo.- Dice Aroha, pidiéndonos que le sigamos- Los Inframundos y sus mundos de conexión, como éste están rotando....el motivo es simple, la mayoría por no decir todos los Inframundos, están bajo el control del Sagrario. En el Sagrario hay Dioses que controlan los Inframundos, deidades que deseaban respirar la brisa y la libertad del Mundo superior, o simplemente seres ambiciosos por la Corona del Cielo. Los portales al Midgard, los mencionados antes, serán destruidos, y uno solo se abrirá en el centro del continente de Norteamérica, un super portal, capaz de liberar a las huestes del Sagrario a masiva escala, y así tomar el control del bastión más importante de poder humano.

Palabras interesantes, pero preocupantes, ¿Acaso los Dioses del Hanaq Pacha o los Vanir tienen alguna idea de lo que sucede? Y si la tienen ¿Por qué no actúan? Es increíble que los Todo-poderosos Vanir no se dignen a escuchar a esta criatura que sólo trata de obrar bien, por sí mismo y por el bienestar de su casta.

- Deben dirigirse hasta el final de éste túnel, y llegar a donde hay un arco de color blanco, una vez en ese arco, deberán cruzar a través de él. Al hacerlo, llegarán al Inframundo que colinda con éste lugar.- Dice Aroha- Es el Uku Pacha, el Inframundo que es ahora el más inestable. Debe ser estabilizado por un gran poder, como el de ustedes Mis Señores.

Frank y yo nos vemos a los ojos, "descender" al Inframundo, eso no puede sonar tan peligroso como lo es en verdad.

- No puedo creer que una acontecimiento tan terrible como la inestabilidad de un Inframundo pase desapercibido para los que están en el palacio de Valhalla- Dice Thor- Podría ser una trampa Ace.
- Te ayudaremos Aroha.- Digo yo. La cara de Frank es así ---> O.O'
- ¡Qué parte de PODRÍA SER UNA TRAMPA NO ENTENDISTE!- Dice el Dios del Trueno.
- No creo que sea tan complicado re-valancear el Uku Pacha, además ya nos comprometimos con los Imp que viven en éste túnel-Explico- En caso que sea una trampa estoy de por más seguro que podemos salir airosos del problema, somos Dioses, y en los Inframundos hay cosas terribles, pero nada más letal que un Dios.

Frank me observa con algo de duda, sin embargo su mirada solamente tienta el deseo interno de conocer ese lugar. Con el poder de deidades que tenemos, ésta no debería ser una campaña difícil.

- Si algo sale mal, te mato- Me dice Frank.

Nos detenemos en el camino, y observamos a lo lejos el pórtico. Volteo mi mirada al Imp y le digo: "Todo saldrá bien", y en un parpadeo, Thor y yo, desaparecemos para aparecer frente al gran portal de roca blanca. Frente a la puerta Frank me reitera lo dicho anteriormente. Solo sonrío, para luego cruzar al Inframundo. Atravesamos y llegamos en una milésima de segundo, como si se cambiara la habitación de una casa. Frente a nuestros ojos, esta el Uku Pacha.

Una gran llanura volcánica con torres de vapor que salen del suelo pétreo de lava seca. El cielo está tapado con densas y tenebrosas nubes de color cobre. A lo lejos hay enormes volcanes que rugen y vomitan sus rojas entrañas mientras la tierra tiembla con cada erupción. Qué lugar tan curioso, me recuerda al Infierno del que te relatan los sacerdotes.

- Exploremos un poco - Digo a Frank.
- Solo restauremos el balance a éste lugar y larguémonos, no me gusta aquí -Dice Frank- está bien que te confíes por los poderes que tenemos, pero admite que éste lugar da sospechas.
- No tengo idea de cómo restauraremos éste lugar, pero el Imp dijo que nosotros sabríamos cómo hacerlo -Digo- Quizás fué apresurado de mi parte aceptar, pero no pude resistir a la petición del enanito.
- Eso te pasa por debilucho- Dice Frank en tono de mofa- Ni modo, vamos a.....

Algo interrumpe las palabras de Frank, un rugido espantoso, como el de un trueno a lo lejos. Seguido del rugir, pasos retumban en el suelo, pasos que suenan rápido, como si se acercaran a nosotros. Entonces lo vemos, un enorme monstruo, un gran demonio con ojos rojos y brillantes, piel negra y largos cabellos blancos. Poderosas extremidades delatan la fuerza y capacidad de combate de la criatura, y sucias astas de antílope dan un aspecto cruel al monstruoso ser. Nos observamos, y el demonio ruge nuevamente. De un salto cae frente a nosotros, mostrando sus tres metros con ochenta de altura. Nos mira, mientras jadea. Ninguno de nosotros hace sonido alguno, esperamos, calmados y relajados, a que el monstruo tome la iniciativa en la pelea. Y así lo hace.

Da un enorme puñetazo al suelo, y el polvo negro se alza como una ola golpeando un farallón. El monstruo nos pierde de vista, porque estamos sobre él, en el aire. Thor incova al Mjolnir y se lanza contra la espalda de la bestia, la cual recibe un poderoso martillazo, que le hace caer de rodillas. Una descarga de energía eléctrica hace que la bestia lanze un poderoso alarido. Frank toca suelo nuevamente, yo estiro mi mano derecha, apunto con los dedos índice y medio, y una pequeá esfera de energía de color negra comienza a condenzarse. "Eversor" sale disparado con su sonido sordo y golpea a la criatura, la cual recibe el daño de lleno.

Increíblemente el demonio sobrevive al impacto, aunque sin un brazo, sin la mitad del torso, y con la parte inferior del cráneo destrozados. El monstruo se lanza contra mí, pero es inútil, alzando mi mano, una gran llamarada de fuego sale y envuelve al demonio como un pulpo atrapa a su presa, chamuscándolo y luego convirtiéndolo en cenizas. El Demonio ha sido derrotado. hemos vencido. Observamos como el cuerpo termina de convertirse en cenizas.

- Parece ser que si te tomaste el asunto en serio- Dice Frank.
- No hay problema...¿ves?- Respondo.

Justo cuando el cuerpo se desintegró, una enorme cantidad de temblores comienzan a venir hacia nosotros. Frank se eleva en el aire, y dice que vienen más, que vienen cientos de esos demonios. Me elevo también, y veo a muchos de esos monstruos viniendo rugiendo furibundos hacia nosotros. Siento dentro de mí, que quizás esta haya sido una mala idea, después de todo.



...Continuará

martes, 3 de agosto de 2010

Pray 14: Lágrimas Doradas.

Anterior: Pray 13
Siguiente: Pray 15


-Cuando mataste a Pan- Pregunto en el taxi en el que yo y Frank estamos- ¿No tuviste alguna clase de remordimiento?
-Para nada- Responde Frank, calmado- Yo pensé que sentiría alguna clase de remordimiento, alguna cuestion de conciencia, pero nada. Al contrario, me sentí bien.

Thor es el Dios de la Guerra, Heraldo de la Muerte, matar para él es el pastar del antílope. Sin embargo pienso en que es lo que sentiría yo al matar a alguien mas. Probable es que tampoco sienta nada, porque soy Dios de la Destrucción, y la destrucción conlleva a la muerte. En fin, ya se verá lo que haré.
El taxi finalmente llega donde debemos bajar, la esquina entre nuestras casas. Bajamos del vehículo, pagamos, y nos dimos la mano para despedirnos, callados nos separamos en las direcciones opuestas, el silencio de la despedida de los amigos es sepulcral, hasta que Frank dice:
- Ace...estamos con esta ropa rara, y salimos con nuestra ropa normal ¡Nuestras mamás van a pensar que caímos en un antro de perdición!

Miro impresionado y horrizado!

- ¡Oye es verdad! ¡Tenemos que cambiarnos de ropa inmediatamente! ¡Ya escucho a mi madre rugiendo diciendo "DONDE HAS ESTADO RIGBY QUE TE VIENES VESTIDO DIFERENTE, DONDE ESTA TU ROPA AH????".....- Digio espantadísimo.
- ¡Tengo miedo!- Dice Frank.
- ¡Si tu mamá también te gritará demasiado!- Digo
- ¡No, yo también le tengo miedo a tu mamá!- Dice ¬¬.

Nos miramos perplejos pensando que marimoña hacer para cambiarnos de ropa, pensamos incluso asaltar una tienda de ropa....pero....entonces se me prende el foco. Me alejo un poco y solo pienso en la vestimenta con la que salí de casa, entonces ésta simplemente aparece. Explico a Frank el métido y funciona. Ahora si, nos despedimos y entramos a nuestras casas.

Camino hacia mi puerta, saco mi llave que apareció por arte de magia en mi bolsillo, introduzco el metálico objeto en el cerrojo, abro la puerta, paso a traves del umbral, y cierro nuevamente la puerta.Nos quedan a mi y a Frank 15 minutos para tener el conocimiento total del Midgard, aunque podemos quedarnos un poco más si nos place.

Camino por el pasadizo y entro a casa. Al hacerlo veo a mi madre apuradísima diciendome:

- ¿¡Sentiste el terremoto!?
Pienso entonces que los Vanir enviaron un terremoto a la ciudad para encubrir el asunto de la llegada del Sagrario y de nuestra conversión en deidades.

- Si madre, pero estoy bien, el centro sin embargo está hecho trizas, la catedral esta intacta, pero San Francisco (una calle cercana) ha sufrido mucho.- Explico.
- Ve a la cocina ahi tienes tallarines rojos para que comas, y ¡A dormir!- Dice ella, metiéndose en su cuarto, y llamando a mis tíos para informar que ya regresé.

Voy a la cocina, y en el horno microondas esta el plato de tallarines con salsa roja y dos presas de pollo. Como amo comer esto. Sujeto el plato y cuando lo hago está caliente, a la temperatura que me gusta. Me siento a la mesa, saco un tenedor y un cuchillo, y me dispongo a comer tranquilo. Mientras como pienso en las cosas que han sucedido y que nadie ha sentido aquí. Siento ganas de quedarme a dormir, aunque la verdad, nada me lo evita. Termino mi comida, la pongo en el lavadero, y ésta se limpia mágicamente. Al parecer, los poderes de los Dioses retan la lógica en la Tierra Media, eso explica tantas cosas que he leído de mitología.

Salgo a la puerta de la cocina, frente al jardín, prendo un cigarrillo, y sigo inmerso en mis pensamientos, entonces alguien habla.
- Lord Angra Mainyu...
Miro a todos lados, y entonces lo veo.....un diablillo con ojos brillantes y amarillos, con gran cabeza y cuernitos de chivo. Sus ojos brillantes y sin irises me dan miedo, pero se que puedo vencerlo....claro, si es que ataca.

-...Yo soy un Imp, una criatura común del Inframundo, los he seguido a Usted y a Lord Thor para pediros ayuda, oh poderosos Dioses.
Miro al demonio, y siento que debo desconfiar.

- ¿Ustedes los diablillos no son malos?- Pregunto en mi "infinita solemnidad divina".
- Entiendo su animadversión al verme Lord Angra Mainyu, pero en verdad no se a quién acudir. Si voy a Valhalla a rogar por ayuda, los Vanir y sus huestes me destrozarían y no creerían en mi palabra solo por el linaje al que pertenezco.- Explica el Imp
- Y que te hace pensar que yo o Thor podemos prestarte ayuda....sabes que podría matarte ahora mismo.- ¡Wow sueno tan genial!
- Lo sé, pero lo que ocurre, está fuera del conocimiento de los habitantes del Hanaq Pacha- Dice el diablillo- como un Dios de su categoría sabe, los diversos Inframundos se interconectan entre sí, creando un vórtice que se abre en dos lados de la tierra, uno localizado en el Triángulo de las Bermudas del Océano Atlántico y el otro en el Mar del Dragón en el Océano Pacífico. Lo que ocurre, Lord Angra Mainyu, es que los "muros" de los vórtices estan rompiéndose por alguna razón. Al romperse, destruiran esas interconecciones y se fusionarán creando algo desconocido y peligroso. Los Imp vivimos en los mundos que interconectan los Inframundos, si los muros de los vórtices se quiebran, nosotros nos extinguiremos.

Pienso en las palabras de la criatura, y detecto tristeza y desesperación en sus palabras, con gran facilidad.

- Nosotros los Imp no somos seres temibles, solamente vivimos en los vórtices, no causamos mal al Hombre ni al Dios, solo nos temen los mortales por nuestro aspecto, pero nosotros, tenemos derecho a vivir, como la planta, como el gato, como el niño, como el Dios....-Calla el Diablillo, tirándose de rodillas al suelo, suplicando- ¡Oh Poderoso Lord Angra Mainyu perdóneme, no quice compararnos con los Dioses! Pero..... por favor, no importa si me mata aquí mismo, pero, ayude a mi gente, somos inocentes....quizás si ayuda podrá conseguir información sobre las extrañas actividades en el Inframundo, por favor, se lo imploro.

Lágrimas doradas caen de los ojos del Imp, y siento de ésta criatura algo que no sentía desde mi infancia, empatía. Prendo un cigarrillo y le digo:
- Te convertiré en un reloj, cuando llegue donde Thor, cuéntale lo que me contaste a mi. Yo acepto ayudarte, pero será bueno que vayamos los dos, sólo no podré ir, quizás no yo no sea suficiente.

Los ojos del ser se llenaron de más lágrimas de oro, se arrodilló con la cabeza contra el suelo y agradeció convirtiendo sus lágrimas en cientos de pepitas de oro. Toqué su cabeza, y le convertí en un reloj de pulsera de color rojo con una cara de diablito feliz en donde estan los números. Cojo las pepitas de oro y las dejo donde mi madre. Le digo:

- Saldré un ratito.
Me grita pero igual me salgo, abro la puerta, y me dirijo a la esquina. Me quedo parado ahi, y Frank sale. Nos vemos las caras y nos dirigimos al parque de atrás, donde no hay gente. Llamo al diablillo y éste cuenta su historia nuevamente.

- Oye Ace- Dice Frank- Quizás si tomamos esta "misión" podremos aprender cosas nuevas sobre nuestros poderes, y ponerlas en práctica.
- Si, eso estaba pensando.- Respondo
- Oye Imp, ¿Cuál es tu nombre?- Pregunta Frank.
- Mi nombre es Aroha- Responde la criatura.
- Te ayudaremos, pero vamos rápido, dinos como ir- Digo poniéndome de pie.
Aroha sonrió con sus enormes dientes cuadrados, y volvió a llorar oro y a agradecernos.
- ¡OH SALVE LORD ANGRA MAINYU, OH SALVE LORD THOR, SALVADORES DEL PUEBLO DE LOS IMP, QUIENES LOS ALABARÁN HASTA EL FINAL DEL TIEMPO Y EL ESPACIO!

Sonreímos, y nos retiramos. Ninguno de nosotros se había despedido de su familia, tendríamos que regresar, de todas maneras.

Aroha abrió un portal debajo de un árbol, y cruzamos por éste.

Hasta pronto....Midgard.


...Continuará....