domingo, 14 de marzo de 2010

Pray 7: Cuatro Pares de Alas Negras.

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Huele a carne quemada, a tierra húmeda, a pólvora y a sangre. Lentamente abro los ojos, y veo el cielo nublado que gotea, siento tierra húmeda a mis espaldas incomodando con su frío, y el lodo en mis manos y en mi cuello me incomodan aún más. Me pongo de pie, y veo que visto la exacta ropa de mi último día en el Mundo. A mi alrededor, la misma calle en la que estaba, llena de escombros, llena de cadáveres chamuscados o aplastados, moscas vuelan al rededor de los cuerpos, mientras los buitres cabeza roja y los perros callejeros se hacen un banquete con los muertos. Decido caminar hacia la plaza central y ver cómo están las cosas por ahí. Camino tropezándome con los cuerpos variados de policías, civiles y militares que regaban el piso. Sujeto el arma de un policía para estar preparado, puesto a que pienso que he despertado de un loco sueño. Quizás una piedra me golpeó y quedé inconsciente durante el ajetreo de la gente, es más, dudo mucho que hayan sido monstruos los que atacasen, lo más lógico es que se haya tratado de un atentado terrorista o una toma de poder. No tengo idea, ahora escucho gente y cauteloso me dirijo a la plaza principal. Me asomo, y veo gente viva recogiendo a los cadáveres, y cargándolos en ambulancias, veo al ejército nacional que da instrucciones y contiene el orden, veo a muchas madres, esposas, padres, hijos, hijas, amigos y amigas llorando a sus caídos, huelo a muerte y desesperación por todos lados.

No deseo acercarme, pues no tengo yo nada que hacer ahí. Tiro el arma lejos, y camino hacia mi casa, debo ver si mi madre y hermano están bien. Camino, y prendo un cigarrillo, mientras camino, fumo, mientras fumo, veo a personas que cargan cadáveres o a sobrevivientes destrozados. ¿Dónde está Dios? Grita una anciana con su pequeña entre los brazos. La pequeña al igual que la anciana vendían chocolates en la calle hasta altas horas de la noche, la pobre madre sostenía el cadáver de su hija, o mejor dicho, los fragmentos de ésta. No me importa. Lo que importa es llegar a casa, y ver cómo están todos por ahí. Mi paso es rápido, me gustaría ir en un taxi, pero a pesar de que no tengo dinero, no veo ningún vehículo salvo autos policía, vehículos militares, camiones de bomberos y ambulancias. Debo apresurarme, puesto a que el sonido del cielo brama lluvia y los truenos son los que me informan. Poco a poco, gotas respetables de lluvia comienzan a golpearme en los hombros y la cabeza, una gota, apaga mi cigarrillo, es momento de resguardarme, pero no, debo avanzar, así llegue empapado.
Camino camino, y la lluvia es tan cruda, que no puedo ver bien, ni siquiera puedo ver a los helicópteros de rescate por encima del cielo o a los autos pasando al rededor, salvo a sus luces intermitentes. Me resguardo en una tienda que estaba destrozada, pero al menos me daría cobijo, agarro unos chocolates y los como, para darme energía para caminar. Robo también muchos cigarrillos y una cerveza que voy tomando.

Amaina la lluvia, y yo salgo de la tienda, a pesar que mi objetivo es dirigirme a casa, hay como 10 individuos al rededor de la entrada. Todos llevan una cara de matones, rostros chamuscados, machetes, y quizás navajas. Pensé una forma de escapar, puesto a que no se pelear y se me hace fácil perder. Lamentablemente, mientras pensaba, uno de los idiotas me plantó una patada en la cadera, derribándome al suelo, al instante, los demás se acercaron hacia mi agitando sus armas, con sus caras de furia cobriza, en el suelo entonces deseé que esto no fuera verdad.

- Bien dicho, Angra Mainyu- Alguien habla, y a su vez, los vándalos quedan paralizados en el tiempo, al igual que caga gota de lluvia, al igual que cada vehículo y cada relámpago. Entonces observo a este hombre de larga cabellera negra y piel blanca. Sus ojos son de color rojos, y lleva una sonrisa en el rostro. Es alto, y huele muy bien. Me pongo de pie, y entonces me doy cuenta, que estoy en su ilusión.
- ¿Quién eres, y dónde estoy?- Pregunto con seriedad.
- Yo soy el alfa y la omega, mi buen Angra Mainyu.-Responde el bastardo.
- Oh, eres .... ¿Dios?-Digo sarcásticamente, no siento miedo alguno.
- Ese título te corresponde a ti, como a cualquiera de tu especie, yo soy el mañana- Dijo nuevamente el individuo.
- No has respondido mi pregunta- Enfatizo, y me preparo para atacar.
- Yo, mi buen Angra Mainyu, estoy en un nivel totalmente superior al de ustedes, no soy uno de los suyos, pero soy más poderoso que ustedes juntos-Dijo el malnacido, con una leve sonrisa en el rostro-Todo este caos, en tu blanca ciudad, todas estas muertes, son mi culpa, y la tuya también, por haber nacido.
- ¿¡Qué carajo hablas!?- Grito, y me preparo para atacar. Instantáneamente aparecen dos cimitarras negras en mis manos, y de éstas invoco dos enormes sombras hacia el enemigo. Éstas lo impactan, destrozando su cuerpo, yo lo observo complacido- Ahora quien es el gracioso.
- YO!- se escucha, desde arriba, el hombre abre la boca, y lanza fuego hacia mí.
Yo lo esquivo, y con las cimitarras invoco llamaradas que se dirigen al hombre, incinerándolo.
- ¿Fuego? Muchacho ¡Donde yo vivo los arbustos son volcanes y la lluvia cometas.-Dice el hombre, antes de carcajearse.-Bueno Dios de la Destrucción, que esperas, ¡Destrúyeme!

Pienso entonces sobre mi posición, y sobre el origen de éste individuo, pero eso no me llevará a ningún lado, tengo que usar lo que soy a mi voluntad. Alzo las cimitarras en posición de combate, y desaparezco para aparecer detrás del idiota, me preparo para cortarle el cuello desde atrás, ya lo tengo, ya está perdido.....

No

...el idiota solo sonríe, y me dice:
- Oh, tu pecho, ¿Cuándo te hiciste ese corte?
- Que...-No termino de hablar, ciento que una espada invisible me ha cortado desde el hombro izquierdo hasta la cadera derecha. Mi sangre salpica por todos lados, incluso por sobre las gotas de lluvia. El Sinnombre se aleja hacia los cielos, y abre cuatro pares de enormes alas de color negro, me mira, me sonríe, y me comienza hablar mientras caigo al suelo en mi charco de sangre:
- Informa a los Dioses, que pronto trabajarás para mí, yo prometo infinitas virtudes y poderes para quien me sirva y me llame Dios, Angra Mainyu, tu eres el arma definitiva, piensa claramente, un Dios de clase Omega como tú, es imparable, sólo porque eres TÚ. Te recordaré, y sé que tu también lo harás, las puertas son totalmente tuyas mi buen amigo, sé que tomarás la decisión correcta. El Sagrario espera ansioso tu llegada, muero por ganas a que ya sea el día en el que estés entre mis generales, Lord Angra Mainyu- Dice el hombre.
- ¿Quién, eres?- Pregunto con mi poco aire.
- Yo, Angra Mainyu, soy Lucifer.

miércoles, 10 de marzo de 2010

El mundo que dejamos atras.

"Porque la vida cambia de maneras increíbles, incluso el cordero que vemos hoy, mañana puede ser el depredador más letal que el planeta jamás haya conocido"

Ya millones de años han transcurrido desde que la civilización humana ha abandonado la tierra, puesto a que ésta estaba siendo asediada por cientos de diversos factores que desencadenaron una serie de eventos catastróficos para la vida en este planeta. Todo comenzó, cuando después de una intensa guerra nuclear en un año olvidado, un enorme meteorito del diámetro de Madagascar impactó contra la Antártida, desencadenando un infierno viviente. Para antes del impacto del asesino, los mayores gobiernos del mundo prepararon naves espaciales, escapando del mundo, para siempre. Cuando los humanos (millones de años después) consiguieron aprender la tecnología del viaje interestelar para colonizar otros planetas, la tierra ya había cambiado. Por todo ese lapso de tiempo, la geografía y la vida en sus cientos de variables había transmutado. La evolución se abrió paso, y la vida perduró, haciéndose más resistente, y más impresionante que nunca.

Los humanos entonces, sintiendo curiosidad por el mundo que dejaron atrás, crearon una sonda espacial que se dirigiría cientos de miles de años luz para investigar la Tierra. La sonda se llamó Nazca, y fue enviada luego de mucho tiempo de experimentación. Conforme Nazca se iba adentrando la atmósfera de la Tierra, ésta tomó fotografías de la nueva geografía, ahora, los continentes de América y Australia se fusionaron en una enorme mega maza de tierra llamada Arda en honor al continente creado por Ronald Rehuel Tolkien. África, Europa y Asia se movieron de tal manera que se acercaron mucho a Arda, éstas también se fusionaron creando un enorme continente llamado Valinor, en honor a otro continente inventado por el mismo autor. Un fragmento de Asia (que comprendía a China, Japón y parte de Rusia) se alejó desde su sitio, hacia el otro extremo del mundo, convirtiéndose en un pequeño continente aislado llamado Rilye, por una tierra perdida del autor Howard Philips Lovecraft. En el continente del Rilye, Nazca descendió para investigar.

Al sobrevolar Rilye, Nazca contempló con nuestros ojos enormes bosques, y planicies plagadas de enormes animales que parecían capibaras, según la información de los zoólogos y paleontólogos, eran descendientes de las ratas negras de Europa, que se habían adaptado al los amplios campos.
Estas nuevas ratas se llamaron Ratas Antílope, por sus enormes patas que les permitían andar en el pasto alto. No pasó mucho tiempo hasta que otros animales aparecieron. Enormes devoradores de árboles andaban en pequeños grupos familiares, descendientes del ganado doméstico, éstas "vacas" eran enormes, similares al Indricotherium del Eoceno y del Oligoceno, perdieron sus cuernos, y su pelaje se hizo un poco más espeso, puesto a que al parecer, el invierno es crudo en estas latitudes. A estos colosos se les llamó Aldebaran (Aldebaranes en plural). Los rebaños de estos animales devoraban los árboles mientras las Ratas Antílope comían el pasto y la hierba mediana. Lo que no deja de sorprender, es que las palomas domésticas, comunes al rededor del mundo en nuestros tiempos, no cambiaron en lo más mínimo.

Nazca se posó en una elevación rocosa, para tomar fotografías y hacer grabaciones de los nuevos animales, para poder entender algo nuevo de ellos. Luego de ver un rato pastar a los animales, y de registrar algunas nuevas especies de hervíboros, como por ejemplo el descendiente del cerdo doméstico, que resulta muy similar a un jabalí, o un animal cuya descendencia se cree que se remonta desde las cabras o de las ovejas, algo nuevo sucedió. Una de las ratas antílope dió una señal de alarma (sonido similar al que hacen los cobayos) y todos comenzaron a escapar. Nazca adoptó una posición defensiva, a su vez que alistó sus cámaras para grabar todo en un radio de 360º, y entonces vió que desde atrás de la manada, un enorme depredador venía corriendo a una velocidad vertiginosa. El animal era de un color pardo oscuro, y andaba en cuatro patas que le permitían dar trancos de gran amplitud, para ampliar su velocidad. Estudios posteriores demostraron que éste animal era descendiente de los venados de cola roja, que en escocia devoraban ocacionalmente pichones de gaviota para suplir una deficiencia en el calcio. Este enorme ungulado carnívoro recibió el nombre de Kirin Imperial, este animal depredador, tenía pezuñas modificadas para correr, y las frontales, para luchar. Los cuernos de éste animal desaparecieron por completo en las hembras (tal y como lo mostraba este ejemplar) y se hizo enorme en los machos. Según el video, otras dos hembras prepararon una emboscada, sus cuerpos macisos y esveltos les permitían dar caza a alta velocidad y pelear contra sus presas, por eso, la presta que esta vez fue un enorme jabalí, a pesar de entablar pelea, fue neutralizada por las hembras. Mientras las Kirin devoraban la presa, una tropa de animales carroéros se aproximaba rápidamente, descendientes también de las ratas negras, estas tomaron una apariencia similar a la de los demonios de tazmania, nada más que más grandes, como del tamaño de un chacal. Llamadas Ratas Diablo, estas creaturas eran las "hienas" de éste período y de éste lugar. Superadas en número, las Kirin mugían y golpeaban a las ratas diablo que podían, entonces, justo antes de perder la pelea, el macho, líder del harén de Kirin, apareció. Mugiendo y lanzando cozes, y atrapando a las ratas diablo entre sus enormes cuernos de pelea, consiguió hacerlas retirar. Una vez seguro estaba todo, los kirin comenzaron a devorar a su presa, mientras en los cielos los buitres, que no cambiaron mucho) sobrevolaban los aires alrededor del cuerpo del caído.

Esta increíble visión fue transmitida para todos en el nuevo mundo, dejándolos atónitos ante la belleza de este nuevo mundo que se forjó a partir de la destrucción. La gente deseosa pidió saber más sobre nuestra amada Tierra, y para ello, las grandes mentes de la humanidad, ya estaban listas, para investigar.

lunes, 1 de marzo de 2010

Pray 6: Spinosaurus

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Un rugido que socapaba todos los ruidos del mundo en el que estaba aturdía cada célula de mi organismo. La Hidra estaba frente a mí y lo único que tenía en mis manos era el sudor del miedo. Sin embargo, no cabía duda alguna, de que si yo no hacía alguna marimoña el animal me destrozaría en un parpadeo. La bestia dirigió el ataque con una de sus fauces hacia mí, me fue increíblemente fácil esquivarlo, situándome entre Joseph y Frank. Entonces, comenzó la fiesta.

La hidra avanzó a trancos hacia nosotros, y Joseph fue el primero en atacar. Utilizando su poderosa lanza golpeaba y clavaba la cabeza del animal; cuando la otra cabeza entonces decidió atacar, Frank se hizo cargo de ella. Frank invocó de algún modo un enorme relámpago que comenzó a lastimarla, entonces tomando eso como ventaja, Xavier se acercó, invocando una enorme guadaña, cercenó ambas cabezas de la bestia. Fue entonces cuando yo grité un "Nooooooooooooo" como en las películas. A razón de mis años de lectura, entiendo que la hidra siempre regenera dos cabeza a partir de la cual ha sido cortada, bueno pues la mitología no se equivocó, y así sucedió. La bestia cayó al suelo y mientras Thor, Ares y Veles vitoreaban su victoria, la bestia regeneró cuatro nuevas cabezas, tres de las cuales sujetaron a los muchachos con sus fauces. Isabella entonces entró en acción, utilizando los movimientos de sus manos conseguía crear lo que ante mi eran haces de luz, haces de luz que quemaban y ardían a la bestia y la atrapaban por decirlo de cierto modo.
- ¡Ace haz algo ahora!- Me gritó Isabella.
- Eh...yy...ya pero....¿Que hago?- Le pregunté.
Desde atrás, Astartea gritó:
- ¡Destrúyela!
Fácil de decir, difícil de hacer.

Mientras pensaba que hacer, una de las cabeza de la hidra estalló en el sonido de un trueno, y Thor cayó al suelo pesadamente. La otra cabeza comenzó a ser perforada desde adentro por....¡una ametralladora! Una vez hecha añicos, Ares saltó y en vez de su lanza, el Dios de la Guerra llevaba consigo una ametralladora dorada que fulminaba a la bestia. En medio de la lluvia de plomo (o lo que sea) dos largas raíces salieron de la tierra y sujetaron a la cabeza que llevaba en sus fauces a Veles y a la cabeza que no estaba haciendo mas que rugir. Las enredaderas apretaron las cabezas y las hicieron desintegrarse. Veles escapó y nos dijo que nos preparemos, ahora de cada cicatriz dos cabezas mas emergerían como margaritas en primavera.

Estaba siendo totalmente INÚTIL y eso no me lo podía soportar.....¿Cómo había utilizado las sombras en la tierra la vez anterior? Quizás fue porque mi vida estaba en riesgo. Sea como sea, no era tiempo para seguir pensando, si no de actuar. Las cabezas estaban ya regeneradas, y una de ellas escupió fuego hacia nosotros. Joseph ordenó situarnos detrás de el. Su escudo entonces se convirtió en una enorme rodela de metal que nos cubrió de las llamaradas. Apenas cesó el fuego, Isabella saltó hacia la bestia, y desapareció en medio de un as de luz, para reaparecer encima de la bestia flotando en el aire, con las manos extendidas y lista para atacar. En sus manos se condensó luz que me recordó a las explosiones de energía que se suceden en el sol. Poco a poco la luz tomó la forma de un diminuto sol, que Isabella estaba por lanzar a la bestia. desafortunadamente la bestia dio un veloz coletazo a Isabella lo cual la dejó fuera de combate. Inmediatamente Frank corrió hacia la bestia, y a pesar que una de las cabezas le iba a dar encuentro, Frank sujetó a la misma y con un movimiento, consiguió derribar a la bestia, quebrando el cuello de esa cabeza y crear una onda a través del animal que le afectó el equilibrio.

Joseph rió y se emocionó más por la pelea, y Veles entonces ordenó cientos de raíces crecer y sujetar a la bestia, la cual poco a poco iba recobrándose del "tropezón". Corrí a auxiliar a Isabella, ella estaba bien, solo adolorida por el golpe.
- No seas imbécil ve a ayudarlos-Dijo Isabella.
- Ellos pueden solos, tu estas herida- Dije amablemente.
- Pues ellos morirán si no haces algo-Gritó desesperada Isabella, levantó su mano hacia la pelea y me ordenó-¡Observa!

Lentamente volteé para observar, y entonces, vi a Frank en las fauces de la bestia, siendo masticado, no escuché sus gritos, porque el silencio me consumió. Joseph estaba en las garras de la bestia, y Joseph trataba de liberarlos, pero las cabezas lo evitaban. Desde lo lejos, Astarte me observaba con sus ojos grises y cambiantes como ordenándome actuar. Sentí su presión sobrenatural por sobre mis hombros. Recordé entonces, que no hay limitaciones.

Me pongo de pie, y camino hacia la bestia, dejando a Isabella atrás. Una de las cabezas se percata de mi presencia, y carga contra mí. Me asusto, pero no es momento de temer. Mientras la bestia se acerca, en mi mano condenso las sombras y creo una cimitarra que consigue partir la cabeza de la bestia en dos. Esa cabeza nunca mas se regenerará, puesto a que no ha sido amputada. Las otras cabezas gritan en dolor y liberan a los muchachos. La hidra voltea su atención hacia mi, y prepara una embestida. Mientras una gota de frío sudor cae por mi frente, agito la cimitarra y genero una enorme sombra que corta tres cabezas, entonces, mientras estas se van regenerando nuevamente, decido usar algo que no sea de sombra. Solo pensé en que la bestia debía ser desintegrada, reducida a huesos, entonces, por instinto agité nuevamente la hoja de mi sable, en vez de sombras, un enorme enjambre de moscas negras con rostros de bebe salieron disparadas a la enorme bestia, envolviéndola por completo. Mientras el animal rugía de dolor las moscas la iban devorando a gran velocidad. Los muchachos salieron de ahí, retrocediendo. Cuando el enjambre desapareció en el aire convertido en polvo, lo que quedaba de la hidra, no era más que un montón de huesos salpicados con sangre y tejido muscular.

La cimitarra desapareció, y mis ojos atónitos contemplaron mi "poder". Mis compañeros me observaron fríos y de una extraña manera. ¿Moscas? ¿Primero sombras, ahora moscas?¿Qué carajo es lo que puedo dominar?

Entonces, delante mío apareció Astarte, mirándome a los ojos, dijo:
- Angra Mainyu, entiende el potencial que tienes....DESTRUCCIÓN.....eres La Muerte, La Peste, La Hambruna, La Noche, El Vacío, La Desesperación, La Soledad, La Ignorancia, El Fuego, El Mar, La Catástrofe, El Holocausto, eres el Ladrón que asesina a la anciana en el supermercado, eres el Padre que viola a su hija y la preña, eres el Calentamiento Global, eres el Spinosaurio que cazaba en las llanuras, eres la madre que abandona a su hijo, eres el furioso Krakatoa, eres el tsunami que destruyó Nueva Orleans, eres la bomba de Hiroshima, eres el Apocalipsis, eres la venganza, eres el odio, eres todo lo que destruye en todo el sentido de la palabra ¿Entiendes?

No pude responder, mis ojos no se apartaban del cadáver de la hidra. Lamentablemente, yo entendí muy bien todo lo que ella me dijo. En ese momento, sentí que alguien estaba al tanto de lo que había hecho. Todo se puso negro, me desvanecí, perdí la conciencia. Justo entonces, un segundo después de quedar inconsciente, algo hecho en carcajadas dentro de mí.