Pray 11: Mávro Petaloúdes

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Lo vemos entonces. Con una camisa y pantalones negros, una corbata blanca, un par de anillos de plata en sus pulgares, y una mirada algo perezosa. La atmósfera de éste tipo es algo cansada y aburrida, hastiada. Noto inmediatamente sus ojos color plateado y su cabellera negra de regular tamaño, no muy larga, no muy corta. No sé por que, pero decenas de mariposas negras revolotean a su alrededor. Es extraño este Dios Thanatos.

- Yo soy Thanatos, un Dios Griego. Soy Dios de la Muerte, así de simple, y yo les voy a enseñar cómo desempolvar sus viejos poderes. Eostre es mi alumna desde antes de ustedes, así es que ella ya sabe mi forma de "enseñar".-Dice el tipo mientras prendía un cigarrillo negro.- El propósito por el cual a los nuevos dioses se les asigna un maestro, no es para que éste maestro les enseñe poderes. Ustedes como ya saben conocen sus poderes, pero no los recuerdan. Mi deber es entrenarlos y demostrarles el poder que en si llevan escritos desde antes del Big Bang. El entrenamiento muchas veces es complicado de explicar, por ende a hechos me remito. El don de recordar es lo que deben ir desarrollando, sus instintos los guiarán bien, y no olviden hablar con ustedes mismos. El momento en el que se olvidan de ustedes mismos, es el momento en el que mueren.
- Eh, ¿No que los Dioses somos inmortales?-Pregunto.
- ¿Thor mató a Pan no?- Respondió Thanatos.
- Ohhh....es que yo pensé que los Dioses eran inmortales.- Menciono.
- Así es, pero eso es un un concepto de que la muerte nunca nos llega naturalmente, nuestra vida es eterna. No podemos morir por humanos, animales, bestias, plantas, ni fuerzas de la naturaleza...lo único que puede darnos muerte...es otro Dios.

Luego de hablarnos, Thanatos nos lleva a un templo que se encuentra debajo de la luz de la luna llena siempre y a cada momento. El Templo es de mediano tamaño, a los lados de las escaleras de acceso hay dos enormes obeliscos con tallados de mariposas en éstos. Subimos las escalinatas, y llegamos a una especie de anfiteatro donde se encontraban enormes estatuas de esqueletos en posición de guardia, portando todos alabardas. De manera intrigante las estatuas se alinean al rededor del anfiteatro, rodeándolo. En el medio del anfiteatro la luz de la luna llena cae, y entonces Thanatos dice:

- Ace, debes ir y sentarte en posición de meditación justo en la parte central del anfiteatro.
- ¿Para qué?- Pregunto.

Mala idea preguntar, al hacerlo Thanatos me mete un sape en la cabeza y me grita de manera exagerada: "¡SOLO HAZLO!". Accedo. Voy y me siento en la posición de meditación como la que tiene Buda. Me siento, y cierro los ojos. Entonces mientras yo estoy asi, tratando de concentrarme, escucho que Thanatos susurra a mis compañeros retirarse. Fuera de mi vista, el Dios de la Muerte se sienta igual que yo, y susurra: Mávro Petaloúdes (Griego para Mariposas Negras). Al decirlo, cientos de miles de mariposas negras vuelan al rededor mío y se paran en mi cuerpo, y cada vez que una me rosa si quiera, siento un intenso dolor. Abro los ojos, me pongo de pie y grito del dolor pues todos los insectos causaban un dolor espantoso.

- Vuelve a la posición de meditación, y no te desconcentres, Angra Mainyu- Ordena Thanatos.
- ¡Estás loco! ¡Estas mariposas me estan causando un dolor aterrador, diles que se alejen, no puedo concentrarme con ese espantoso dolor!-Objeto.
- No importa, debes concentrarte, las mariposas harán que tu meditación sea imperturbable.- Responde el tipo.
- Es imposible, no podré calmarme y ser capaz de concentrarme mientras las mariposas sigan atacándome- Digo mientras caigo de rodillas, no por frustración si no por el dolor de los animales.
- Eres un Dios, nada es imposible- Responde Thanatos mientras sonríe levemente.- El objeto de este ejercicio es muy simple, generando todo el caos posible evito tu concentración, sin embargo cuando consigas concentrarte, de en adelante serás capaz de usar tus instintos con muchísima mayor agudeza. Los humanos meditan para aprender y mejorar y subir el escaso poder sobrenatural que tienen, pero los dioses podemos estar siempre en meditación incluso cuando comemos hablamos o más importante aún, cuando peleamos. Al controlar la meditación tus poderes nacerán y tu instinto susurrará con mayor voz y poco a poco irás recordando tus poderes. Ahora, sientate, y rompe tus impedimentos Angra Mainyu, olvida el dolor, olvida el aleteo, y concéntrate en tí mismo, habla con la manifestación de tus poderes, y Resucita. Hazlo, Angra Mainyu.

Escucho atento, y a pesar del dolor que me aqueja, me siento y en posición de meditación cierro mis ojos, y antes de caer en trance....atino a decir: "Mi nombre es Ace". Poco a poco el dolor mengua, y siento como mi alma crea un plano astral. Estoy en mi mente, y mi mente es un enorme escenario. Oigo palmas, y una voz extraña.

- Increíble, Ace, es la primera vez que vienes a visitarme a mis aposentos.-Dice la voz.

Al voltear, contemplo la negra figura de máscara blanca. Al que también se hace llamar Angra Mainyu, al que me ayudó cuando recién descubrí que era. Lo contemplé a los huecos que tenía por ojos, y podía ver en ellos un par de franjas de luz roja.

- Necesito recordar.- Digo.
- Interesante, entonces, si quieres información, deberás vencerme- Dijo el ser, sacando de su espalda un enorme par de alas negras. Lo observo, siento algo de miedo, pero puedo hacerlo.

...Continuará...